La institución Ferial de Extremadura, Feval, presentó ayer su plan formativo 2018-2019, que, tutelado por el Servicio Público Extremeño de Empleo (Sexpe), impartirá 90 acciones formativas muy orientadas especialmente a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. El director gerente del Sexpe, Juan Pedro León; el alcalde de Don Benito, José Luis Quintana, y el director de Feval, Manuel Gómez, se encargaron de presentarlo.

Internet, la industria inteligente, la nube, la robotización, la impresión 3D y la fabricación digital forman parte de industria del futuro, una industria conectada donde personas, procesos y máquinas interactúan de manera coordinada y que requiere de una infraestructura gestionada por profesionales con nuevos conocimientos y habilidades profesionales. Un conjunto importante de esas habilidades se va a impartir en este plan formativo.

El plan se extenderá desde septiembre de 2018 hasta abril de 2019 con cursos a impartir en Badajoz, Mérida, Don Benito, Villanueva de la Serena, Guareña, Plasencia, Cáceres, Moraleja, Montijo, Almendralejo y Navalmoral de la Mata. Se darán 3.000 horas de formación aproximadamente para un potencial de participación de 1.440 alumnos.

FORMAR PROFESIONALES / La formación propuesta en el plan presentado permitirá formar y certificar profesionales que puedan crear y prestar servicios de alto valor en diversos sectores. Uno de los más importantes y estratégicos en la comunidad extremeña es el agroalimentario y agroindustria. Este sector tradicionalmente ha sido permeable a la introducción de nuevas tecnologías en los medios de producción, no tanto en los de gestión y en los de tratamiento de la información.

Al igual que otros sectores, el agroalimentario está sufriendo una profunda transformación suscitada por la necesidad de producir cada día más en las mismas superficies cultivadas y con los mínimos insumos (agua, fertilizantes, pesticidas).

Esto hace que aparezcan nuevas tendencias como la agricultura de precisión que introducen la necesidad de manejar y analizar ingentes cantidades de datos de todo tipo (imágenes, datos de sensores, etc.) para obtener información útil y transformar esta en valor para las producciones agrícolas haciéndolas más competitivas en un mundo altamente globalizado donde la diferenciación vendrá sin lugar a dudas del uso intensivo de nuevas tecnologías. El dron es una de las herramientas que mejor ejemplifica todo eso, pues su manejo permite la obtención de información precisa, ágil y a bajo coste del estado de los cultivos.

Los datos obtenidos con estos vehículos no tripulados requieren de la utilización de herramientas y aplicaciones que la conviertan en información útil. Esas herramientas y aplicaciones emergentes necesitan de profesionales que las diseñen, las construyan y, sobre todo, las operen. Esta tendencia presenta una oportunidad y una ventaja para los profesionales de todos estos sectores que tengan la formación y a través de este plan se proporciona.