El barrio de Conquistadores de Villanueva cambiará su fisonomía urbanística con el derribo de los pisos de ladrillo rojo. En su lugar se construirán otros.

El dato lo aportaron ayer el presidente de la Agencia Extremeña de la Vivienda, Javier Corominas, y el alcalde Miguel Angel Gallardo tras la reunión que mantuvieron para perfilar los últimos detalles de este plan.

Será una actuación compleja debida a la situación de la zona, donde viven 85 familias, la mayoría dueñas de los pisos, pero donde existe un porcentaje de ocupaciones ilegales que no ha trascendido. Es un plan, dicen, en el que se trabaja desde la primavera y que quieren que esté cerrado a final de legislatura.

CAMBIO DE CONFIGURACION El objetivo último es cambiar la configuración del barrio para lo cual se contempla la creación de dos zonas de viviendas. Una de ellas se construiría en el solar que quede tras derribar cuatro bloques de pisos de ladrillos rojos, que convertirá este espacio en una manzana cerrada; la otra zona de pisos se hará en las cercanías dentro de un proyecto que prevé un desarrollo lineal abierto con jardines alrededor. En ambas se alojarán a los vecinos que residen ahora en los bloques que se destruirán.

"Es un proceso complejo porque se trata de personas", indicó Corominas, quien explicó que por esta razón se hará un informe exhaustivo que recoja los datos de los vecinos y situación para conceder viviendas sociales. Y recordó que impedirán aquellos comportamientos que rompan la convivencia, bien a través de programas de inserción social o en casos extremos, no concediendo las pisos.

En cuanto a las viviendas de 60.000 euros, indicó sólo se construirán las necesarias, que son 100, aunque se comprometió a edificar más si la demanda es mayor cuando se abran los plazos de preinscripción.