El juez titular del juzgado de instrucción número 2 de Don Benito decretó ayer prisión provisional comunicada y sin fianza para los hermanos Manuel y Emilio Sánchez Mauriño, detenidos por su presunta implicación en el homicidio que tuvo lugar el martes en la plaza del Cíjara de esta ciudad. Un suceso en el que murió un hombre de 67 años de edad por un disparo por arma de fuego a la altura del tórax.

Los dos detenidos prestaron ayer declaración durante todo el día ante el juez y, tras conocerse el auto del magistrado, salieron de la sede judicial en un vehículo policial camino del centro penitenciario de Badajoz.

Apenas se había alejado el furgón con los arrestados del juzgado, varios agentes procedieron in situ, a solo unos metros del edificio judicial, a la detención de un tercer hermano de los anteriores, concretamente Antonio Sánchez Maurino, por presuntas amenazas a testigos, según fuentes de la investigación. La orden de detención de esta persona estaba preparada desde la mañana de ayer, según el abogado de los arrestados, José Duarte.

La detención de Antonio se producía delante de la madre y de otros familiares de los tres detenidos entre escenas de gran nerviosismo. Justo unos minutos antes, y en la puerta de los juzgados, Antonio había insistido a los periodistas en la inocencia, tanto de sus hermanos, como de él mismo y de otros de sus familiares, al tiempo que se quejaba de la actuación policial.

El juez basa su auto de prisión para Manuel y Emilio Sánchez Mauriño en unas escuchas telefónicas como indicios incriminatorios. Según el abogado defensor de los sospechosos, se trata de unas escuchas «que se habrían iniciado por otros hechos sucedidos en diciembre de 2016 en Don Benito». En concreto, y según ha podido saber El Periódico Extremadura, las escuchas podrían enmarcarse en la investigación del homicidio que tuvo lugar también en Don Benito en esas fechas, concretamente en la avenida del Pilar, cerca del Parquecillo, y que está sin resolver.

A la espera de que se practiquen otras diligencias probatorias, y para evitar una fuga, el juez ha decretado la prisión como medida «cautelarísima», según la ha definido Duarte.

El abogado ha señalado que aún no ha aparecido el arma, que tampoco están las diligencias sobre los restos de pólvora en la ropa, y que no hay testigos directos que vieran el homicidio del hombre, de 67 años, que murió por el impacto de un arma de fuego.

Duarte va a recurrir la decisión para que el juez cambie la prisión por comparecencias diarias en comisaría o alguna fianza.

Sobre las declaraciones ante el juez, el letrado ha explicado que Manuel se mostró muy sorprendido y entristecido por la detención, porque, al contrario que Emilio, no tiene antecedentes penales y lleva una vida normal.

Los dos acusados podrían enfrentarse a penas superiores a diez años de cárcel.

Hay que recordar que el homicidio tuvo lugar a plena luz del día el pasado martes, cuando la víctima, Ángel L.M.S, paseaba por una zona ajardinada, al parecer por un ajuste de cuentas.