Era el 28 de marzo de 1809 y los cuerpos de 14.000 personas inundaban la explanada entre Don Benito, Mengabril y Medellín. La Batalla de Medellín enfrentó a tropas francesas y españolas en la Guerra de la Independencia. Los franceses perdieron 4.000 hombres; la comarca, 10.000. Doscientos años después, se deshace el desagravio que el tiempo ha hecho a este episodio histórico al dejarlo en el olvido. Ayer, Medellín fue el escenario de un acto de conmemoración del bicentenario del que dicen fue el episodio más cruento de esta contienda.

El acto fue una proclama por la paz y "a la memoria de los que entregaron sus vidas, héroes anónimos, sin identidad e independientemente del lado del que lucharon porque todos fueron víctimas de la guerra" subrayó el alcalde de Medellín, Antonio Parral. Junto a él, autoridades civiles y militares como la directora general de Patrimonio, Esperanza Díaz, la subdelegada del Gobierno, Yolanda García, el general jefe de la Brigada Extremadura XI, Casimiro San Juan, y los cónsules de las embajadas de Francia, Jean Louis Sabatié, y Alemania, Andrea Pfannens, en Sevilla.

Fue un sencillo pero emotivo acto en el que se inauguró el monumento a las víctimas en cuya base se representan escenas de la lucha y los principios básicos: libertad, justicia, igualdad y solidaridad. Culmina la escultura una paloma sobre cañones y fusiles para que la paz acalle la guerra. Hubo izada de banderas al ritmo de los himnos alemán, francés y español, que dio paso al homenaje a los caídos y las salvas de honor de la Brigada Extremadura encargado del desfile militar que cerró este evento, en el que no faltó el toque folclórico con la actuación de la Asociación Quinto Cecilio.