El Programa de prevención y reducción de daños que se desarrolla en Villanueva, incluido en otro más amplio diseñado para combatir las drogodependencias, ha atendido en poco más de un año a 60 usuarios y ahora trabajan con 40 toxicómanos más.

Esta iniciativa, que han puesto en marcha Apoyat (Asociación para la Orientación y Ayuda al Toxicómano) y los Servicios Sociales de Villanueva, ha conseguido integrar social y laboralmente a cuatro de sus usuarios.

El objetivo, según explicó ayer su coordinadora, Paqui Hidalgo, no es lograr que estas personas lleguen a la abstinencia total sino la dignificación del individuo y la reducción del daño físico, psicológico y social que les produce el consumo de drogas, pero, por encima de todo, lo que pretenden, aseguró, es que se desarrollen como personas.

Entre las actividades que ofertan hay talleres como el de jardinería (trabajan en el invernadero de la finca Montepozuelo), pintura, guiñoles, alfabetización, nuevas tecnologías y de cocina, con el que quieren que aprendan a llevar una dieta saludable y mejorar sus hábitos alimenticios, higiénicos y de salud. Todos se realizan en las nuevas instalaciones que el ayuntamiento ha cedido a Apoyat, en la calle San Benito, donde antes estaba la universidad popular.