La inmensa marea blanca de pañuelos al viento con la que los dombenitenses recibieron el domingo a la Virgen de las Cruces, fue uno de los datos más indicativos que certificaron la multitudinaria bienvenida que los fieles profesaron a la patrona en su regreso a la localidad.

Se estima que entre nueve y diez mil personas se dieron cita en la confluencia de la avenida del Valle, y las calles Manzanedo, Cánovas y Cruces, para esperar a la Virgen, que llegó arropada por cientos de vecinos y por los inseparables Amigos del Camino que, a pesar del intenso calor, acompañaron a la patrona andando desde su ermita en la sierra de Ortigas.

Emoción del alcalde

A la entrada del pueblo, como es costumbre, esperaba el alcalde, Mariano Gallego, que reaparecía en público tras su trasplante de corazón para hacer entrega a la patrona del bastón de mando. Gallego no pudo reprimir las lágrimas de emoción por el momento y por los gritos de ánimo de sus vecinos.

Por su parte, una religiosa de la Congregación de Hijas de María Madre de la Iglesia, fue la encargada de hacer el discurso de bienvenida.

Con posterioridad, la Virgen recorrió las calles engalanadas de guirnaldas de flores hechas por los vecinos, hasta llegar a la iglesia de Santiago, donde otra vez la emoción se palpó en la plaza de España.

Este acontecimiento del recibimiento, abrió los actos de la tradicional fiesta local de La Velá , que tendrá lugar el próximo 12 de octubre. Este año, un técnico de la Junta de Extremadura tiene previsto visitar la tradicional festividad de Don Benito, con el objetivo de elaborar el pertinente informe dentro del expediente iniciado para declarar a este evento Fiesta de Interés Turístico Regional. Del 3 al 11 de octubre se desarrollará la solemne novena.