El director general de la Vivienda, Juan Francisco Moreno, y el alcalde de Don Benito, Mariano Gallego, presidieron ayer el acto de entrega de llaves de las 38 nuevas viviendas del programa de realojo de la calle Laguna. De esta forma, se dio por cerrado un proceso que ha durado seis años, y que tuvo su origen en las inundaciones que sufrió Don Benito en noviembre de 1998.

El citado programa afecta en su totalidad a 44 viviendas, estando ya en ejecución las seis que quedan por construir por parte de la Junta de Extremadura. El grueso de las mismas fueron realizadas por la sociedad estatal Sepes, tras las gestiones hechas por Gallego. El ayuntamiento compró el terreno, realizó las calificaciones urbanísticas oportunas, desarrolló la unidad de actuación y urbanizó la zona.

Se han reagrupado 120 personas: matrimonios de avanzada edad, viudas y familias numerosas formadas por parejas jóvenes con niños. De las familias realojadas, 28 son de etnia gitana.

En el proceso de adjudicación se ha tenido en cuenta el número de miembros de cada núcleo familiar y las discapacidades que pudieran tener los adjudicatarios. Se trata de viviendas unifamiliares con dos plantas.

DEMOLICION El consistorio ya tiene el proyecto para derribar las viejas casas que fueron construidas en los años 70 dentro de un programa promovido por las Conferencias de San Vicente de Paul y el Patronato de Nuestra Señora de las Cruces. Ese espacio acogerá ahora una zona verde.

Durante el acto, el director general de la Vivienda agradeció la colaboración de todas las partes en este proceso; mientras que el alcalde Mariano Gallego valoró el hecho de que ya "nadie en Don Benito está viviendo en condiciones infrahumanas".