La asociación de vecinos Aguasierra ya no aguanta más. Los 200 propietarios de dicho colectivo contabilizan en los últimos años más de cien robos en sus casas, mayoritariamente segundas residencias en el entorno del embalse de Orellana, sin que esa situación de inseguridad se haya traducido en detenciones de responsables, según denuncian.

La oleada de robos viene afectando en su mayor parte al paraje conocido como la zona de los Tercios. Dichos robos se han denunciado en el puesto de la Guardia Civil de Orellana de la Vieja, sin que hasta la fecha haya habido soluciones satisfactorias.

«Nos han robado electrodomésticos, comida, placas y acumuladores solares, material náutico, etcétera, y vienen destrozando alambradas, puertas, cerraduras o ventanas», argumentan.

Tienen conocimiento de que la Guardia Civil ha dado traslado de las diligencias al juzgado correspondiente, pero lo único que conocen hasta ahora es que los casos abiertos han acabado archivándose, sin arrestos de los culpables.

Ya no aguantan más la situación de vandalismo reiterado que vienen sufriendo con hasta tres y cuatro robos registrados en una misma propiedad. Se han rascado el bolsillo instalando alarmas y cámaras de vigilancia pero, dado que sigue habiendo robos, se están planteando otras opciones como realizar patrullas de vigilancia nocturnas ellos mismos o contratar alguna empresa de vigilancia privada.

Sin embargo, entienden que debe haber otras soluciones amparadas en sus derechos como contribuyentes y por eso instan a quienes los poderes públicos delegan el velar por la seguridad, que no son otros que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a que adopten unas soluciones inmediatas.

Su reivindicación va dirigida en primer lugar al Puesto de la Guardia Civil de Orellana la Vieja, bajo cuya jurisdicción se halla la zona afectada, para que intensifiquen por sus medios las actuaciones necesarias que estén en su mano o reclamen a instancias superiores (Capitanía o Delegación del Gobierno) dichos medios para evitar que vuelvan a ocurrir casos como los que están sufriendo, dando traslado de estas quejas a los organismos pertinentes o superiores que corresponda e informándoles de las actuaciones que se estén realizando, siempre que no se entorpezcan investigaciones encaminadas al buen fin que todos desean, que es la seguridad de la zona.

«No parece lógico —indican— que en una zona de menos de 5.000 habitantes tengamos que soportar la cantidad de robos que estamos sufriendo, sin que se haya detenido a nadie, al menos que conozcamos, y que en cualquier caso siguen ocurriendo».

Aducen que en escrito de fecha 24 de agosto de 2015, ya presentaron una queja a la Guardia Civil de Orellana la Vieja, pero hasta ahora el resultado no ha sido satisfactorio, «mejor dicho ninguno, o quizás peor (aumento de robos)». Por ello solicitan una rápida solución, «pues la situación que estamos soportando es insostenible y entendemos que las autoridades competentes están para defender los intereses de los ciudadanos».