Eran las 13.45 horas cuando comenzó a sonar la alarma en el instituto Pedro de Valdivia de Villanueva. Había un incendio en un aula del primer piso y los 643 alumnos, profesores y personal no docente debían evacuar el edificio en cinco minutos. Lo lograron. Pasaron con nota el simulacro de desalojo de emergencia organizado por el centro de acuerdo al Plan de Emergencia vigente. "El objetivo es que cojan el hábito de salir en orden y sin pánico; y eso se logra repitiendo los simulacros. Recomendamos al menos dos al año", explicó Francisco García, oficial de Formación y Prevención de los Bomberos de la Diputación de Badajoz, que participaron en esta actividad.

Después dos coches de bomberos entraban como una exhalación para rescatar a la alumna atrapada por el supuesto fuego. Los bomberos, en una rápida intervención, lograron evacuarla y llevarla con el resto de sus compañeros, que esperaban en el punto de encuentro donde fueron contabilizados por sus profesores. "Hay que rebajar el tiempo en al menos un minuto, y corregir un atasco que hemos tenido en un pasillo". Era la valoración del director, que espera que este desajuste se solucione en el próximo simulacro, en el que no sabrán que es ficción.

Esta actividad puso el punto y final a un día que comenzó con charlas, en las que los bomberos informaron de las normas a seguir en caso de incendios. Esta vez no había llamas, pero los escolares ya saben cómo actuar si en alguna ocasión, el simulacro se convierte en una emergencia real.