Un vecino de Villanueva, Francisco Olivares, ha encontrado ya en su finca del termino municipal villanovense doce bombas de la guerra civil en el periodo de nueve años.

La última fue localizada hace cuatro días mientras se estaban realizando en el terreno labores de excavación para la plantación de olivos, a cuyo cultivo está dedicada la finca.

Como indica Olivares "estábamos haciendo unos hoyos y se quedó al descubierto bajo la tierra un trozo de hierro". Atendiendo a experiencias anteriores, éste no lo dudó y decidió dar parte a la Guardia Civil, que se personó en el lugar y ratificó el descubrimiento.

Precisamente ayer, agentes especiales en desactivación de explosivos, Tedax, vinieron expresamente desde Huelva para detonar de forma controlada la bomba, que al parecer era de aviación y pesaba de 20 a 30 kilos.

Olivares recuerda que en 1995 descubrió la primera bomba y desde entonces los hallazgos se han ido produciendo año tras año hasta llegar a la docena. Explosivos de diferentes tipos, pues han aparecido morteros e incluso una de bomba de aviación, de unos 80 kilos, que para desactivarla fue necesario cortar la circulación durante unos minutos a lo largo de dos kilómetros de una carretera cercana.

Pese a lo arriesgado que es, Olivares asegura que no tiene temor a otro hallazgo. "Teniendo cuidado no pasa nada. Hay que maltratar mucho a estos artefactos para que exploten".