Si ser rico es no saber exactamente el alcance de su fortuna, el republicano John McCain y su esposa Cindy lo son porque, al menos el candidato a la Presidencia, no sabe ni las casas que posee. Su ignorancia quedó clara en Nuevo México cuando, preguntado directamente sobre el particular por la revista "The Politico", dijo: "Creo... Mi equipo se lo va a decir".

Según "The Politico", la respuesta correcta, según el equipo del Senador por Arizona, es "al menos cuatro", que están en Arizona, California y Virginia. Sin embargo, la revista Newsweek indicó recientemente que la pareja tiene al menos siete propiedades. McCain procede de una familia acomodada de militares de alta graduación, pero la poseedora de una fortuna que se estima en más de 100 millones de dólares es su esposa, Cindy, heredera de una de las distribuidoras de cerveza más importantes de EEUU.

En los últimos tiempos, los demócratas han insistido en reforzar la imagen de multimillonario de McCain para compensar los comentarios republicanos que indican que Obama es un elitista. La fortuna, sin embargo, no representa ni una ventaja ni un inconveniente en la política de EEUU, entre otras cosas porque la condición de "rico" no es exclusiva de un partido.

Hay multimillonarios en ambas formaciones políticas y, de hecho, el último candidato demócrata a la Presidencia, John Kerry, era también multimillonario por matrimonio, ya que está casado con Teresa Heinz, heredera del imperio de salsas preparadas que llevan su nombre. En este caso, McCain parece resistirse a entrar en la polémica sobre su riqueza y de hecho, el pasado domingo, en sus declaraciones al pastor Rick Warren durante un foro político, evitó entrar en consideraciones sobre "a partir de cuánto es ser rico" y se centró en la riqueza no material.

"Yo defino la riqueza más allá de los ingresos. Algunas personas son ricos en sus vidas y por la forma que educan a sus hijos. Otros son pobres aunque sean millonarios", dijo McCain.