E mes de agosto es el de las vacaciones por excelencia. En ocasiones parece que todos nos ponemos de acuerdo para salir el mismo día y a la misma hora. Paciencia. Siempre se llega. Siempre, si es que seguimos unas mínimas normas y observamos los consejos adecuados. La carretera merece que tengamos los cinco sentidos puestos en ella. Además, hay que tener presente desde el mantenimiento del vehículo hasta el más pequeño de los detalles para que los niños vayan cómodos en el coche.

Después de visitar el taller, por si tenemos alguna anomalía en el vehículo, es importante planificar el viaje de forma correcta. Primero hay que tener en cuenta el punto de destino para, seguidamente, trazar una ruta. Si disponemos de un sistema de navegación, nos podemos ahorrar algunos de estos pasos, pero estudiar previamente la ruta permite disfrutar más y mejor del viaje.

Mapas y navegadores

El navegador es una buena ayuda, aunque hay que manejarlo con precaución y evitar hacerlo con el vehículo en marcha --el acompañante nos puede ayudar--. No hay que descartar los mapas de carretera y los portales de internet, como el de www.viamichelin.com, que establecen rutas, calculan precios de peajes, gastos de combustible, distancias y tiempos. De todas formas, no es bueno prefijar horarios de llegada. Para llegar no hace falta correr.

Es importante tener en cuenta los puntos para repostar a lo largo del recorrido (mirar los mapas de gasolineras), así como restaurantes y zonas de descanso (es obligatorio parar, aunque sean 10 o 15 minutos, cada dos horas de viaje) y no beber alcohol ni realizar comidas copiosas durante o antes del viaje. No está de más prever rutas alternativas.

En la medida de lo posible, la calidad del viaje también mejora notablemente si se evitan las horas punta y los días especialmente conflictivos. Para ello, la DGT mantiene en su página web (www.dgt.es) una información actualizada de las zonas más problemáticas y de las jornadas de operación salida y retorno.

Un buen truco para evitar olvidos importantes es hacer una lista con todas las cosas necesarias para el viaje: comida, agua, las llaves de la casa de la playa o de la montaña, las gafas de sol, medicinas...

Es conveniente llevar ropa cómoda y transpirable, camisa o camiseta de algodón, pantalones amplios --o bermudas-- y, sobre todo, un calzado que permita conducir con comodidad. Hay que evitar sandalias y chanclas, que pueden quedarse enganchadas y provocar un accidente o impedir una reacción contundente en un acelerón o en una frenada de emergencia.

"¿Cuánto falta?". Esta es la pregunta habitual que hacen, absolutamente, todos los niños. Es un aspecto muy importante que también hay que valorar. Los niños no suelen aguantar más de una hora sentados en el coche sin hacer nada. Hay que procurar llevar cosas para entretenerlos: DVD, consolas portálites, cedés y muñecos pequeños o el peluche que más les guste. También es conveniente llevar manta y almohada por si tienen sueño y tener en cuenta que tienen que ir sentados en sillas con sistema homologados y ver que está bien anclada. No debe tener oscilaciones ni movimientos libres. Finalmente, asegurarnos de que están cómodos y con los cinturones bien puestos. También tener a mano los teléfonos de emergencia: el 112 es el universal. En el móvil es bueno grabar los números que nos puedan ser útiles. Y, como guinda, no está de más llevar un botiquín.