El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y el Consejo Superior de Arquitectos de España han presentado una guía para optimizar la gestión técnico-administrativa en la tramitación de ayudas del Programa de Rehabilitación Energética de Edificios. El Ministerio destinará a este plan, dotado con 300 millones de euros iniciales, una reinyección de 62 millones de euros adicionales para las comunidades autónomas que ya han agotado su presupuesto.

El objetivo es que para 2030 los edificios deban ser de consumo positivo, es decir, que sean autosuficientes y además puedan exportar el exceso de energía. Desde la Primera Conferencia Internacional de la Eficiencia Energética celebrada hace ya 18 años, expertos y gobiernos trabajan para reducir el consumo de energía en los inmuebles y combatir el cambio climático.

De este modo, Asturias recibirá 40 millones más, que se suman a los 7,6 iniciales; País Vasco obtendrá 14,5 millones extra, que se unen a los 14,7 de origen; y a Navarra irán destinados 7,7 millones adicionales a los 4,1 del presupuesto inicial.

La eficiencia energética de un edificio se calcula midiendo la energía que se consume durante un año en condiciones normales de uso y ocupación en cuanto a calefacción, agua caliente sanitaria, ventilación e iluminación.

En el caso de la UE se acordó la obligación de que todos los edificios nuevos sean de consumo de energía casi nulo desde 2020 (R.D. 564/2017). ¿Ciencia ficción? Para alguien ajeno a la materia podría parecerlo, pero en realidad es posible conseguir un edificio que no consuma energía, gracias a los medios y tecnologías que son ya habituales en la construcción.

Desde hace tiempo los arquitectos técnicos han incorporado la eficiencia energética a su formación para poder afrontar este reto. La metodología para conseguir un edificio de consumo de energía casi nulo es sencilla: primero es necesario adecuar el edificio al clima donde se ubica, es decir, estudiar las temperaturas, humedad, vientos, sombras arrojadas por el entorno y a partir de ahí diseñar una ‘piel’ del edificio con un aislamiento adecuado y una buena orientación, dotándolo de huecos y elementos de sombra que consigan proteger del soleamiento en verano y aprovechar su calor en invierno.

Con este primer paso lo que se consigue es una demanda baja de energía, es decir el edificio se mantiene caliente en invierno y fresco en verano con un aporte pequeño de energía. Aunque a priori esto pueda parecer de sentido común, un paseo por cualquier ciudad española permite apreciar cómo se repite la estética de los edificios sin importar la influencia del entorno.

Los edificios consumen el 30% de la energía en España

Los edificios consumen el 30% de la energía final consumida en España. Las medidas de eficiencia tienen un gran efecto en la factura eléctrica de los consumidores, al tiempo que mejoran el confort de la vivienda, reducen el consumo energético de los edificios y las emisiones y generan empleo.

«Esta guía surge para proporcionar a los arquitectos, agentes esenciales en el impulso de la rehabilitación energética integral de edificios, una herramienta de ayuda para facilitar la gestión técnico-administrativa en la tramitación del programa de ayudas del plan del Gobierno y para aportar conceptos fundamentales para acometer un proyecto de rehabilitación energética. El objetivo es que cada expediente que se presente sea exitoso y obtenga la subvención solicitada. Se trata de una herramienta que pretende ser útil para la reactivación rápida de los proyectos de rehabilitación de edificios y para cumplir con los objetivos de materia energética», explica el director general del IDAE, Joan Groizard.

La guía se estructura en tres bloques: en el primero se exponen las estrategias de ahorro energético en la edificación y se incluyen una serie de criterios y recomendaciones para actuaciones de rehabilitación energética; en el segundo se describe el Programa PREE y se exponen los pasos a seguir a la hora de gestionar la tramitación de las ayudas, destacando los errores más frecuentes y cómo resolverlos, gracias a la experiencia del IDAE en la gestión de miles de expedientes evaluados para otras líneas de ayuda similares; en el tercer bloque se incluyen una serie de ejemplos con objeto de mostrar a los técnicos el alcance de la intervención y los beneficios obtenidos tras la rehabilitación.

El Plan PREE, dotado con 300 millones de euros, es un programa de ayudas directas a actuaciones de mejora de la eficiencia energética en edificios construidos antes de 2007, como puede ser el cambio de la envolvente térmica o la sustitución de antiguas calderas por opciones renovables, como la termosolar o la geotérmica.

En la senda de la descarbonización

Según los cálculos del IDAE, el citado plan permitirá rehabilitar 44.000 viviendas y 4 millones de metros cuadrados de edificios destinados a otros usos, movilizará una inversión de 640.000 euros, generará 11.500 empleos directos, evitará la emisión de 140.000 toneladas de CO2 y ahorrará 31 kilotoneladas equivalentes de petróleo al año.

Además, este programa de ayudas contribuye a la consecución del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, que planifica una senda de descarbonización para que, a final de esta década, el 74% del sistema eléctrico sea de origen renovable; y con la Estrategia a Largo Plazo (ELP), actualmente en trámite de consulta pública, que marca la senda para que España alcance la neutralidad climática en 2050.

Ambos documentos señalan la necesidad de actuar en el parque de edificios para lograr que sea plenamente sostenible a mediados de siglo. Esta «ola de rehabilitación» generará, según estimaciones del PNIEC, unos 48.000 empleos anuales netos entre 2021 y 2030.

La vicepresidenta y titular del Miteco, Teresa Ribera, destacca que «la mejora de la eficiencia energética en viviendas vulnerables es esencial como medida estructural para reducir la pobreza energética». Además, considera que estas actuaciones son una «oportunidad para reactivar la economía en clave verde, generando nuevos modelos de negocio y empleo de calidad».

Asimismo, ha añadido que esta Guía es una clara muestra de cómo la sinergia entre sectores puede ayudarnos a conducir nuestras actuaciones hacia la neutralidad climática. «Actualmente solo se rehabilita el 0,2% de los edificios al año. Herramientas como ésta permiten hacer frente a un reto de enorme magnitud de forma ágil, rápida y dinámica», ha apuntado.

Fuente de referencia: https://www.idae.es/ayudas-y-financiacion/para-la-rehabilitacion-de-edificios/programa-pree-rehabilitacion-energetica-de/guia-practica-para-la-gestion-de-ayudas-la-rehabilitacion-energetica-de-edificios

Te puede interesar: Volver a la madera para construir edificios: nuevo objetivo de la ciencia

Te puede interesar: Hacia la sostenibilidad climática en la construcción