Cada uno de febrero, a las ocho de la tarde, Almendralejo arde en llamas. Las campanas de la Torre de los Almendros anuncia el momento en que en cada rincón de la capital de Tierra de Barros empiezan a arder las candelas que dan nombre a esta fiesta.

Días antes, las asociaciones de vecinos, los colegios o simplemente grupos de amigos o familias, han trabajado para construir la mejor candela posible en las plazas y calles de la localidad a base de madera y muebles o enseres viejos de los que se quieren deshacer. Encima de cada una, colocan las Pantarujas, figuras que representan los malos espíritus que, por supuesto, arderán en estas gigantescas piras.

Todas las personas que han vivido la experiencia, dicen que es inolvidable. Así que si tu ruta te lleva por Almendralejo durante esta jornada, haz noche en la ciudad y quédate a disfrutar de la fiesta de las Candelas. Podrás alternar con las gentes de estas tierras en un día de convivencia en el que celebran la llegada de la primavera con esperanza, el comienzo de un nuevo año agrícola que esperan venga cargado de bienes, pues la agricultura es una de las bases de la economía de Almendralejo.

La tradición viene de antaño, ni más ni menos que desde el siglo XVII, según se ha encontrado en documentos. Pero se cree que ya se hacía mucho antes. Por eso la fiesta de Las Candelas se ha declarado de Interés Turístico de Extremadura.

Además, esta festividad puede ser una oportunidad de oro para que degustes los manjares de la tierra, como los productos de la matanza anual, de la que destacan los chorizos, las típicas migas de barros o los pestorejos asados, regados por los mejores vinos o cavas de la zona.

Durante la tarde, antes de prender fuego a las candelas, todos los habitantes de Almendralejo pasean por su ciudad visitando las candelas que en unas horas arderán en llamas llevándose todo lo malo del año que han dejado atrás. Mientras, los grupos infantiles y juveniles de folklore, alegran esta jornada de unidad con sus bailes tradicionales.

Pero la fiesta de Las Candelas no acaba con esta noche de fuego. Al día siguiente, en la parroquia de la Purificación, cientos de niños son presentados ante la Virgen de la Candelaria, tras la tradicional bendición de las velas recordando el día en que Jesús fue presentado en el templo. En conmemoración, cada año se ofrecen una tarta y dos velas. Si te gustan los actos religiosos, seguidamente podrás participar en una procesión alrededor del templo iluminada por las velas recién bendecidas.