Un no Hamlet, una no Ofelia sobreviven en el fin apocalíptico del mundo frente al desastre ecológico al que se aproxima la humanidad. Fragmentos sintéticos, un collage de escenas sin fábula lineal, que prestan mayor atención a la intrahistoria que a la Historia de los héroes geniales y las fechas decisivas. Un espectáculo apoyado fundamentalmente en la palabra, de la palabra en su sentido más profundo, como caos interno, como desorden de la conciencia, como reflejo de un mundo exterior devastado y transformado por sus continuas crisis.