Laura y Ana son dos hermanas que se reencuentran después de treinta años de vidas aparentemente dispares para repartir la herencia de sus padres. El temido y deseado encuentro se lleva a cabo en la vieja casa familiar donde compartieron su infancia. Los viejos muebles, los objetos y las canciones de su vida actúan como trampolín inevitable para que se desaten un sinfín de emociones escondidas, reproches contenidos, confesiones dolorosas y sentimientos de culpa enterrados con los que poco a poco, en un diálogo sencillo pero lleno de emociones, se va revelando la verdadera realidad de nuestras protagonistas, muy distante de lo que ellas trataron de creer durante años.