Al terminar la guerra civil, Manuel Machado regresa a la casa que compartían su madre y su hermano Antonio en Madrid. Está intacta. Parece que no haya habido guerra en ella.

Manuel no puede dejar de rememorar a Antonio y tiene con él la larga conversación que no pudo tener durante la guerra. Ese diálogo doloroso y sanador servirá para que ambos recuerden todo lo vivido juntos: sus años como autores teatrales de éxito, los amores de uno y el otro, su juventud de bohemios modernistas, su infancia en un patio de Sevilla… Son familia pese a todo, aunque ahora sean una gran familia rota y separada por la muerte… o no.