Zhou Zenong es un gángster de nivel medio que acaba de salir de la cárcel y se convierte en fugitivo esa misma noche, después de que una reunión de bandas que acaba mal provoque la muerte de un policía. Tratando de esconderse mientras se recupera de sus heridas, Zhou se encuentra con Liu Aiai, una prostituta que puede haber sido enviada para ayudarle, o bien para entregarlo al capitán de la policía a cambio de una cuantiosa suma. Perseguido por las bandas y por un dispositivo policial que parece abarcar toda la ciudad, Zhou deberá enfrentarse a los límites de lo que está dispuesto a sacrificar tanto por esta extraña como para la familia que dejó atrás.

"La primera imagen de esta película que me vino a la cabeza fue la de una pequeña estación rural de tren en una noche lluviosa. Casi se convirtió en una obsesión. Sin importar cómo evolucionara la historia, tenía que usar esa imagen al inicio de la película. No tenía elección. Por esa razón, no puedo evitar el uso del flashback. Sin embargo, un flashback es un método y un lenguaje. Genera alienación, como en las obras brechtianas donde el narrador interrumpe constantemente la fluidez de la historia para recordarnos la existencia de la razón. Creo que esto está conectado con la búsqueda de un estilo. Me

gustan las imágenes simples, incluso anticuadas. Trato de hacerlas interactuar con otros elementos de la película para crear una yuxtaposición armoniosa, si es que puede llamarse así. Se ven las señales de ese forcejeo, o empeño si quieres. Hay arte que está destinado a ser emotivo, a despertar los sentimientos; y hay arte que es sutil, que incita a la reflexión. En esta película me inclino hacia el último (...)

La noche evoca una sensación de misterio y está vinculada a la muerte. Algunos objetos aparecen en la oscuridad, tan intangibles como chispas. La noche es como un filtro extra en la cámara. La oscuridad tiene la elegancia y la simplicidad de una fotografía en blanco y negro. Al mismo tiempo, los colores fuertes, las sombras y luces, y las carreteras vacías se unen para crear una atmósfera de ensueño en medio del territorio pantanoso y oscuro. La noche también añade un filtro a mi conciencia, permitiéndome dejarme llevar por el subconsciente y ser más arriesgado".