Dramaturgia y Dirección: Isidro Timón

Una troupe de cómicos llega al sitio de la representación. Llevan la alegría de la música, del pasacalle y la fanfarria. Es una entrada muy vistosa y colorida, con elementos ondeando al viento y una canción-presentación juguetona y pegadiza. Cantan, bailan y, como los buenos cómicos, intentan saber algo de la ciudad que les acoge, alguna historia sobre la que sustentar su representación y que llegue al corazón del público. Y con la información que consiguen arman la fábula que representarán a continuación:

Un montaje de teatro de calle, dinámico y divertido, que hace las delicias del público familiar al que va dirigido. Música y canciones originales cantadas en directo y un entrañable dragón sobre zancos que queda en la memoria de los espectadores para siempre.