Nacionalismo musical alemán: Robert (1810-1856) y Clara Schumann (1819-1896).

Alfonso Alegre, piano

Juan Sebastián Solana, violín

“Parece que las naciones vecinas con Alemania quieren emanciparse del dominio de la música germánica, quizás esto podría disgustar a un teutónomo, pero al observador de mirada aguda y al conocedor de la humanidad le parecerá, por el contrario, una cosa natural y digna de regocijo.

Así Chopin representa a su patria; Bennet a Inglaterra; J. Verhultz, en Holanda, siembran la esperanza de convertirse en un digno representante de su país, y en Hungría se hacen valer igualmente las aspiraciones nacionales.

Y como todos consideran la nación alemana como su primera y más querida maestra, nadie debe maravillarse, en consecuencia, de que quieran intentar hablarle a sus naciones respectivas en una lengua propia, sin que por ello tengan que confesarse desconocedores de las enseñanzas de su maestra”