Seis personajes en busca de autor (Sei personaggi in cerca d’autore) es considerada la obra maestra de Pirandello, estrenada en Italia en 1921. A partir del original y de la versión de Miguel del Arco (La función por hacer) se ha adaptado el texto.

La idea de la artificiosidad del teatro pirandelliana, presente en toda la obra, sigue siendo una pregunta hoy en día. Quizá, más presente que nunca en el imaginario de los actores que se gradúan tras este montaje.

¿Podemos representar la realidad? ¿Es posible una comunicación auténtica? ¿Hasta qué punto se puede romper la división entre público y obra?

Es un teatro que no deja de ser homenaje al teatro mismo y a la vez lo cuestiona. Nos enfrenta a lo más oscuro de la esencia humana e ilumina, artificialmente, las sombras de nuestro interior. Intentando mantener la esencia italiana, intrínseca al texto original.

Como público, asistimos a lo que para los personajes es una tragedia, pero para nosotros no deja de ser un drama.

La ruptura del espacio establecido; la integración del público, cómplice de la acción; las reflexiones teóricas sobre la naturaleza del propio espectáculo o las relaciones entre autor/creador y sus personajes/criaturas hacen que esta obra mantenga una vigencia extraordinaria.

Son personajes que suplican que se escriba su historia, que se empeñan en existir aun condenados a repetir los hechos. ¿Y qué es sino una lección de libertad su propio empeño? Para nosotros, dueños de nuestro destino, queda ese ejemplo de que todo es real cuando se vive como real. Los personajes vivos no morirán jamás.