Víctima de un accidente, la perrita Marona recuerda los diferentes propietarios y propietarias que ha tenido y querido a lo largo de su vida. Su empatía inagotable y su recorrido vital se convierten en una lección de amor.
"Verme a través de los ojos de un perro es como dar a cada uno un espejo donde plantar cara a determinadas verdades. Verdades que nadie puede negar. Para mí, el filme es como un cuento de hadas moderno" -- Anca Damian, directora de la película.