“Tenemos la responsabilidad de usar estos premios para impulsar las carreras de aquellas películas que causen un impacto en nosotros”, ha afirmado Carla Simón en la otra rueda de prensa de la jornada, protagonizada por el jurado que este año se encargará de confeccionar el palmarés oficial. El Oso de Oro que la barcelonesa obtuvo el año pasado gracias a ‘Alcarràs’ sin duda ha determinado su presencia ahora entre los jueces, y es probable que también tenga mucho que ver en la nutrida presencia de talento español en esta edición del festival.

En los próximos días se estrenarán aquí el primer largometraje de Carla Subirana, ‘Sica’ -retrato de la violenta pérdida de la inocencia de una niña-, y el primero de Álvaro Gago, ‘Matria’ basado en el corto homónimo que él mismo dirigió en 2017; Lois Patiño volverá al certamen para presentar ‘Samsara’, una reflexión sobre la muerte y la reencarnación rodada a caballo entre Laos y Zanzíbar; y la experiencia ‘trans’ será explorada tanto a través de ‘Orlando, ma biographie politique’, película-ensayo a cargo del filósofo burgalés Paul B. Preciado, como de ‘20.000 especies de abejas, primer largometraje de Estíbaliz Urresola y única de estas películas que compite por el Oso de Oro. ¿Podría ir a parar el premio, tan solo un año después, a otra joven directora española? Nadie debería hacerse ilusiones al respecto.   

¿Y qué más cabe esperar este año de la Berlinale? Helen Mirren visitará el festival para promocionar ‘Golda’, ‘biopic’ de la que fuera Primera Ministra israelí Golda Meir, mientras que Jesse Eisenberg y Adrian Brody presentarán ‘Manodrome’, reflexión sobre la masculinidad tóxica -como si la hubiera de otro tipo-; el tenista Boris Becker responderá preguntas sobre ‘Boom! Boom! The World Vs. Boris Becker’, documental sobre su ascenso y caída, y Sean Penn hará lo propio acerca de ‘Superpower’, su retrato de la guerra de Ucrania y Volodímir Zelenski -que hoy ha intervenido de forma virtual en la gala inaugural-; Steven Spielberg recogerá un premio honorífico, y se espera que el cantante Bono aparezca para promocionar el estreno de ‘Kiss the Future’, documental que se las arregla para hablar a la vez de la guerra de los Balcanes y de U2; y el ‘hijísimo’ Brandon Cronenberg, por su parte, promete escandalizar con su nuevo trabajo, ‘Infinity Pool’, que ya ha sido definida como una de las películas más espeluznantes que verán la luz en 2023. ¿Resultará el conjunto tan atractivo como aparenta sobre el papel? Conocemos a al menos una persona que, seguro, mantiene los dedos cruzados.