De ningún modo puede decirse que 'Un lugar tranquilo' (2018) pidiera una segunda parte o que, al final de su metraje, la historia sobre la que se vehiculaba quedara incompleta. Pero es cierto que su última escena proporcionaba un efectivo ‘cliffhanger’ y eso, sumado al rotundo éxito que la película obtuvo en taquilla gracias a su habilidad tanto a la hora de provocar el susto a través del manejo del sonido como a la de capturar la esencia de un asunto habitual del cine de terror -la familia como refugio frente a un mundo nocivo-, bastó para convencer a sus productores de que no había otra opción que darle continuación.

Un lugar tranquilo 2’ cumple ese cometido de forma particularmente literal, y no solo porque su narración se inicia justo donde acababa la de la primera película -después, eso sí, de un espectacular prólogo probablemente influenciado por ‘La guerra de los mundos’ (2005)-; también porque, pese a que introduce algunos personajes y varios escenarios nuevos, su mirada sigue pegada a una familia que huye de unos extraterrestres de oído increíblemente agudo. En otras palabras, ofrece más de lo mismo.

Por un lado, eso significa que sus 97 minutos permiten a John Krasinski -esta vez situado (casi) exclusivamente tras la cámara-, confirmarse como un director especialmente capacitado para componer imágenes memorables y, sobre todo, para generar tensión dramática a partir de lo que el espectador oye -y de lo que no puede oír- y hacernos sufrir de antemano por las terribles consecuencias que un sonido emitido por accidente -la caída al suelo de un bolígrafo, por ejemplo- podría tener. Pero, por otro, significa también que, ahora como entonces, el relato evidencia algún boquete argumental de magnitud; y que, quizá porque reparte su interés en dos tramas paralelas, Krasinski no llega a encontrar la manera de ahondar más en las psicologías de los personajes ni en el mundo que habitan.

En última instancia, ‘Un lugar tranquilo 2’ se muestra atrapada entre dos modos narrativos bien diferenciados; no funciona igual de bien que su predecesora como drama familiar intimista y lleno de sustancia metafórica, y no llega a explorar las posibilidades dramáticas del socorrido escenario posapocalíptico en el que se adentra. De eso, es de suponer, se encargará ‘Un lugar tranquilo 3’.