El verano, con su calor tan característico, nos lleva siempre a buscar soluciones refrescantes para soportar las altas temperaturas, especialmente cuando es el momento del año en que disfrutamos de mayor periodo de vacaciones.

Es ahí donde las frutas juegan un papel fundamental a pesar de que, durante esta etapa del año, la tendencia sea tomarse una Coca-Cola o una cerveza bien fría. Contrario a la creencia popular, estos dos métodos para refrescarse solo logran una satisfacción momentánea ya que su alto contenido de azúcares y de otros elementos pueden llegar a causar deshidratación acelerada.

Sin embargo, las frutas y verduras poseen un porcentaje muy elevado de agua. El pepino, la lechuga, el tomate, el rábano o el apio son ejemplos de alimentos que superan el 90% de agua en su composición. Por eso, son muy importantes de cara a mantener nuestro organismo a niveles agradables de temperatura.

Los nutriólogos insisten que la mejor forma de comer frutas es con el estomago vacío, es decir como aperitivos, ya que así el cuerpo puede aprovechar mejor los nutrientes y además, desintoxicar el sistema digestivo.

Asimismo, pelar las frutas tal vez no sea una buena idea en todos los casos, ya que muchas de ellas guardan grandes cantidades de sustancias muy útiles para nuestro organismo. Por ejemplo, la piel del kiwi posee altos niveles de Vitamina C, así como la de la manzana que cuenta con generosas cantidades de pectina.

También es altamente recomendado lavar las frutas de forma rigurosa, para eliminar cualquier rastro de pesticidas u otros químicos utilizados durante su maduración. Otra importante recomendación, es no mezclar las frutas ácidas como la manzana, piña o naranja, con las dulces como el melón, las uvas o la granada ya que esto va en contra del propio funcionamiento de nuestro sistema digestivo.

De forma más precisa, las frutas acidas se deben consumir en la mañana, y en la tarde las dulces. Lo ideal es comerlas sin otros alimentos acompañantes para facilitar el trabajo de absorción de los nutrientes para el organismo.