A penas quedan unos días para decir adiós a este 2022. Si todavía no has hecho planes para fin de año y lo de quedarte en casa no te seduce, te animamos a que metas cuatro cosas en una maleta, te subas al coche y te lances a despedir el año en uno de los rincones de Extremadura más hermoso, seductor, fascinante y mágico. De hecho, se considera como uno de los pueblos más bonitos de España.
Se trata de Robledillo de Gata. Situado cerca de Las Hurdes y en plena Sierra de Gata. Cuenta con un conjunto histórico declarado de interés cultural en 1994. Sus construcciones trazan un paisaje singular y dispar, en el que los materiales rústicos, la pizarra, el barro, la madera de castaño y roble marcan una tendencia arquitectónica exclusivas de las poblaciones serranas. Estas se hallan enmarcadas en una naturaleza agreste y el agua que rodea la población.
Pasear por sus angostas callejuelas
Robledillo de Gata hay que pasearlo, hay que vivirlo y disfrutarlo. El deleite máximo se encuentra en el trazado de su casco histórico, en el que ningún rincón se escapa a la admiración. A él se suma el molino del medio. Se trata de un antiguo molino de aceite perfectamente conservado. En él puedes descubrir los entresijos de su mecanismo para mover el agua, su maquinaria y las herramientas.
A estas delicias arquitectónicas se une la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Data del siglo XVI. Su singularidad se hallar su atípico planta hexagonal, su gran pórtico de rueda y una sacristía con artesonado mudéjar.
Además de este templo, Robledillo cuenta también con tres ermitas: la del Cordero y la del Humilladero, ambas del siglo XVI, y la dedicada a San Miguel, realizada en mampostería a base de pizarra y enlucida.