Ya no queda nada para despedir 2023 y que mejor que hacerlo disfrutando de los colores del paisaje extremeño, que transmite paz, sosiego y tranquilidad. Si todavía no has hecho planes para fin de año y lo de quedarte en casa no te seduce, te animamos a que metas cuatro cosas en una maleta, te subas al coche y te lances a disfrutar de uno de los rincones de Extremadura más hermoso, seductor, fascinante y mágico. De hecho, se considera como uno de los pueblos más bonitos de España.

Se trata de Robledillo de Gata. Situado cerca de Las Hurdes y en plena Sierra de Gata. Cuenta con un conjunto histórico declarado de interés cultural en 1994. Sus construcciones trazan un paisaje singular y dispar, en el que los materiales rústicos, la pizarra, el barro, la madera de castaño y roble marcan una tendencia arquitectónica exclusiva de las poblaciones serranas. Estas se hallan enmarcadas en una naturaleza agreste y el agua que rodea la población.

Pasear por sus angostas callejuelas

Robledillo de Gata hay que pasearlo, hay que vivirlo y disfrutarlo. El deleite máximo se encuentra en el trazado de su casco histórico, en el que ningún rincón se escapa a la admiración. A él se suma el molino del medio. Se trata de un antiguo molino de aceite perfectamente conservado. En él puedes descubrir los entresijos de su mecanismo para mover el agua, su maquinaria y las herramientas.

A estas delicias arquitectónicas se une la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Data del siglo XVI. Su singularidad se halla en su atípico planta hexagonal, su gran pórtico de rueda y una sacristía con artesonado mudéjar.

Robledillo de Gata. EL PERIÓDICO

Además de este templo, Robledillo cuenta también con tres ermitas: la del Cordero y la del Humilladero, ambas del siglo XVI, y la dedicada a San Miguel, realizada en mampostería a base de pizarra y enlucida.