En plena Edad Media, los árabes huyeron horrorizados y atemorizados de Navalvillar de Pela. Iban con la intención de conquistar la localidad pacense y se encontraron con la resistencia de un pueblo, una ejercito fantasmal. Los peleños, conocedores de su inferioridad, encendieron hogueras y al galope, haciendo sonar tambores, cencerros y vestidos con amplias camisas blancas y sombreros, engañaron protegidos por la oscuridad de la noche a los invasores.
Desde entonces, los vecinos de Navalvillar de Pela conmemoran este acto heroico de su pasado. La celebración comienza el 6 de enero, cuando se baja al pueblo en procesión al San Antón de la ermita. Al santo le acompañan jinetes ataviados con trajes típicos. Esta fiesta grande se conoce como La Encamisá peleña, Fiesta de Interés Turístico de Extremadura desde hace 37 años.
Sin embargo, el gran día 16 de enero. Durante esa jornada, más de 10.000 personas asisten a La Encamisá. A las 20.00 horas, repiques de campanas y estruendos de cohetes dan el pistoletazo de salida a una jornada en la que se rinde homenaje a San Antón Abad, patrón de la localidad.
Manuel J. González Andrade, diputado de Turismo de la Diputación de Badajoz, recuerda que "los vecinos rememoran este acontecimiento histórico en esta jornada, en la mayor fiesta con caballos de la región". Para este año se calcula que habrá entre 1.000 y 1.200 caballos en las calles del municipio.
Por su parte, el alcalde de la localidad, Francisco Javier Fernández Cano, invita a la participación en esta fiesta "en la que ningún forastero se siente excluido". La mayordoma de la Cofradía de San Antón Abad, Belén Cañada Buendía, detalla que ya están preparadas 340 arrobas de vino y más de 45.000 biñuelos, un dulce tradicional que se reparte entre los asistentes. Además ha dado a conocer que esta fiesta se representará en Fuenlabrada, en Madrid, el próximo 11 de marzo.
No es la primera vez que sale de la provincia de Badajoz, pues en anteriores ocasiones se ha celebrado en otras localidades para darla a conocer y promoverla. "La última vez que tuvo lugar en Fuenlabrada se congregaron más de 5000 personas y contamos con el apoyo de la Casa de Extremadura", subraya.
Caballos y jinetes
Los jinetes visten con gorro multicolor puntiagudo, pañuelo multicolor al cuello, camisa blanca, faja roja o negra, pantalón de paño o pana negra, botas y zahones de cuero. Por su parte, los caballos se cubren con la manta de madroños, elaboradas en los telares del pueblo con lana y algodón.
El momento más esperado es cuando la mayordoma lanza su discurso y grita: "Peleños, forasteros, sanantoneros, ¡viva San Antón, ¡viva San Antón!" instante en el que repican las campañas, suenan los cohetes, se encienden las hogueras y los jinetes bajan dando vivas a San Antón, San Fulgencio, San antonino y el chiqurrinino.
Durante la carrera, los caballistas besan la bandera y la charanga de la plaza Mayor reúne a la infantería para hacer el mismo recorrido tras pasar por los locales abiertos disfrutando de la música, el vino de pitarra y los biñuelos.
