Sale Parada en Cine de barrio (TVE-1) comiéndose el roscón de Reyes en compañía de Raulito. Hermosa estampa de niños. En lugar de champán, beben leche con cacao. Y cada uno hace su número. Raulito baila encima de la mesa, canta antiguas melodías de cuando Rocío Dúrcal era pequeñita, se mueve más que los precios y más que un niño de verdad parece un dibujito. Dado que este año no hemos visto ni un solo anuncio de Cocolín Po-pó , el muñequito que hace pipí, Raulito se ha convertido en la sensación de estas fiestas. Parada es otro tipo de niño. Juega en TVE todas las semanas y en lugar de escribir cartas a los Reyes se las escribe a Paco Martínez Soria. Este año a Parada el Rey Mago le ha dejado una botellita de Farmatint color petróleo, para ir a juego con el chapapote de Galicia. También le ha traído la película Zampo y yo , de Ana Belén cuando era niña. Por eso en lugar de entrevistar a Ana Belén entrevistó a Encarnita Polo. Ya es eso: los niños a veces tienen golpes surrealistas.

Y cada vez hay más niños que se tuercen, que no siguen el ejemplo de los niños que salen en la tele y triunfan. Por eso salió un japonés el otro día, en el Channel 4 británico, comiéndose a niños muertos. Tuvo poco audiencia, no obstante. La Federación de Productores de Telebasura Ibérica le han mandado al japonés un telegrama que dice: "La próxima vez prueba a comerte niños vivos. Verás cómo sube la audiencia atraída por los gritos".