La interminable y caótica guerra por los derechos audiovisuales de la Liga entre Audiovisual Sport (AVS) y Mediapro ha experimentado un espectacular vuelco con la entrada en escena de un nuevo contendiente, el G-30. Este grupo, formado por 9 equipos de Primera y 13 de Segunda (la mayoría de los cuales con contrato en vigor con AVS), ha decidido romper con la empresa que lidera Sogecable y ofrecer sus encuentro a Mediapro. Esto en la práctica significa que La Sexta, cadena que compra los partidos a Mediapro, emita este fin de semana seis partidos de Liga, cuatro el sábado (Valladolid-Barça, Recreativo-Sevilla, Athletic-Mallorca y Málaga-Real Madrid) y otros dos el domingo (Espanyol-Deportivo y Valencia-Getafe).

Según han explicado fuentes cercanas al G-30, la ruptura con AVS se empezó a gestar hace un par de semanas, cuando estos clubs exigieron a la empresa de Sogecable unos pagos retrasados al Numancia y al Mallorca. La falta de acuerdo entre ambas partes llevó a Javier Tebas, vicepresidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y asesor del G- 30, a pedir a varios clubs que impidan el acceso a los estadios de las cámaras de AVS. Teba aseguró a los clubs que percibirían su parte del contrato televisivo si niegan la entrada a AVS y facilitan la de Mediapro. La desesperada situación económica de muchos equipos facilitó aún más la ruptura con AVS.

La reacción de Sogecable ante el G-30 ha sido la de denunciar ante los juzgados al Almería y al Alavés. "Son los que se han dirigido a nosotros por escrito comunicándonos su decisión", explicó ayer un portavoz de Sogecable. Por el momento, AVS ha logrado que los juzgados le den la razón: estos dos equipos han recibido en los últimos días la orden de sendos juzgados madrileños para que no hagan efectiva esa prohibición de acceso.