Los concursos televisivos siguen siendo los programas estrella de las televisiones. Por ellos pasan años y la aceptación del público no desfallece. Muchos de estos seguidores fieles terminan acudiendo al plató para disfrutar de la grabación de sus programas favoritos.

Las cadenas suelen pagar a este público por su asistencia, pero, claro, la cantidad suele ser exigua y, en algunos casos, considerada de ofensiva. Algo así ha ocurrido con Pasapalabra, que presenta Roberto Leal, uno de los concursos más longevos de la tele española y que ya ha pasado por varias cadenas. El formato es triunfador y así lo sabe Antena 3 con una audiencia de tres millones de personas. Sin embargo, hace unas semanas, una de las asistentes al programa denunció el trato de la cadena que calificado de "denigrante" porque le habían pagado 9 euros por 13 horas  "entre que salí de casa y volví", que le dio para comer "un bocadillo y ya".

Esta crítica ha dividido a la audiencia de Pasapalabra, además de por la pregunta sobre Pablo Díaz, concursante que se llevó el bote hace meses, de si era o no querido por el público. La respuesta no deja indiferentes. Algunos telespectadores no eran muy partidarios de Pablo y le gustaba más su contrincante. Dicen que con él acabó la diversión. De hecho argumentaban que tener siempre el mismo concursante "aburre". Otros, en cambio, defirieron que es su cultura la que le permite estar en el sillón de concursantes constantemente. Pero Javier Dávila, su entonces contrincante, tampoco las tiene todas consigo. De hecho también recibió críticas por su forma tanto de tratar a su rival como de reaccionar a las preguntas que el otro falla o acierta.

"Es un pedante y un maleducado", llegan a decir algunos espectadores en redes sociales. Lo cierto es que no es de extrañar que cada día se produzcan comentarios sobre un programa que a día de hoy ya ven casi tres millones de personas. Todo un récord que no puede pasar desapercibido.

Pasapalabra lleva años siendo uno de los concursos más vistos y valorados de la televisión. Ya cuando hace años se estrenó en la pequeña pantalla en nuestro país de la mano de Antena 3 el formato consiguió grandes datos de audiencia. Tanto que Telecinco se fijó en el concurso y lo compró y empezó a emitir después de Sálvame y antes de su informativo de noche. Sin embargo una demanda de la productora que tiene los derechos de emisión de este formato a nivel internacional hizo que la principal cadena de Mediaset tuviera que dejar de emitir Pasapalabra hace varios meses. El concurso salió a “concurso” nunca mejor dicho y fue Atresmedia la que se hizo con los derechos.

La jugada le salió bien a Antena 3 por dos razones: la primera porque gracias a este programa puede presumir de haber hecho récords de audiencia (de hecho en el mes de enero estuvo a punto de ganarle la batalla a Telecinco de audiencia después de casi dos años de reinado de Mediaset). Pero la importancia de Pasapalabra va más allá Y es que el concurso se emite apenas unos minutos antes del informativo de la noche. Y todas las cadenas quieren liderazgo de audiencia en esa franja para poder presumir de que sus informativos son los más vistos.