El pasado 16 de marzo, 'Pasapalabra' vivió una noche icónica y Rafa hizo historia de la televisión al llevarse el bote más grande que jamás se ha acumulado en el programa, 2.272.000 de euros. El sevillano arrasó el rosco y no le dio a Orestes la oportunidad de jugar, ya que se lo hizo del tirón.

Ninguno de los dos concursantes imaginaban que esa iba a ser la última vez que se enfrentarían al Rosco, aunque realmente, el burgalés ni siquiera pudo conocer las preguntas del suyo.

De cara al espectador, lo más llamativo es esta prueba en la que dos de los concursantes se enfrentan a una serie de preguntas entorno a 25 de las letras del abecedario. Esta prueba es clave, pues, si los participantes han respondido a todas las preguntas con éxito -algo que no es sencillo, pues no solo se hacen preguntas acerca de definiciones de vocablos, sino que también se incluyen apellidos de personas célebres o nombres de grandes eventos en la historia, entre otros- conseguirán llevarse el aclamado bote.

Para llegar a este punto, se habrá tenido que pasar previamente por las pruebas que lo preceden, en las que se busca obtener la mayor cantidad de segundos posibles de cara a la prueba final. Además de los elegidos para el rosco, intervienen en esta parte del programa los invitados, que varían con frecuencia.

¿Cuánto pagan por ir de público?

No debemos imaginarnos, erróneamente, que se puede hacer una fortuna asistiendo al plató sin ser concursante. Por ir de público a "Pasapalabra" pagan 9€, además de ofrecer un bocadillo. Esta información salió a la luz después de que una mujer, que asistió a una de las grabaciones del programa, compartiera en redes sociales su experiencia.

Afirmaba que esa cuantía se corresponde a todo el tiempo que estuvo en plató, según ella, "por todo un día de 13 horas entre que salí de casa y volví". Sentencia esta mujer que, además de lo anterior, en los estudios de Antresmedia recibió un trato "denigrante".

Modificación del rosco

El rosco no siempre ha sido igual. En la primera edición del programa era habitual ver que, en vez de 25 letras del abecedario, había un total de 28. Esto se debe a que se incluían la K, la W y la LL. Sin embargo, desde la organización del programa se percataron de que los vocablos que empezaban con mencionados caracteres eran poco comunes y, por tanto, se repetirían con frecuencia. De este modo, se pasó al formato actual.

Conviene tener en cuenta que los concursantes, como han declarado públicamente en más de una ocasión, se estudian, entre otras cosas, los diccionarios, lo que refuerza la viabilidad del cambio.

Para que una palabra ingrese en la prueba final debe haber pasado, previamente, la supervisión de guionistas, lingüistas y directores, quienes toman los vocablos del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE) y el de María Moliner, una reconocida lexicógrafa española del siglo pasado.