Un año más, 'Supervivientes' es el reality más mediático y exitoso de Telecinco. El concurso de supervivencia presentado por Jorge Javier Vázquez está dando mucho que hablar. Esta edición cuenta con participantes muy competitivos y una nueva presentadora en Honduras: Laura Madrueño. Normalmente, era Lara Álvarez quien ocupaba este lugar pero este año, por motivos personales, ha decidido no participar.

Uno de los requisitos fundamentales para convertirse en un buen superviviente, es saber hacerse con un buen refugio. Hay veces, que las noches en Honduras se vuelven muy largas, especialmente si hay tormenta. Por eso, los concursantes se dejan la piel en el juego de localización, ya que las cabañas de Playa Royal y Playa Fatal son muy diferentes. Para demostrarlo, Telecinco se ha colado en ellas sin que los supervivientes se enteren.

La primera Playa que han inspeccionado es Playa Royal. Álex se ha introducido en la cabaña de los supervivientes cuando ellos no estaban. En primer lugar, la cabaña no es muy alta: "Como veis yo que no soy un portero de la altura, casi toco. Él que es un poco alto, tiene que agacharse. La verdad es que está muy bien. Hecha con hojas de manaca y buenos palos de madera", explica.

Además, la cabaña de Playa Royal cuenta con unas fabulosas vistas y una entrada delantera y otra trasera. "Te protege del sol, ves el lindo paisaje del Caribe, tiene doble puerta…está muy bien equipada", asegura Álex.

Muy diferente es el lugar dónde duermen los habitantes de Playa Fatal. "Esto es fatal, pero fatal", cuenta Álex. Para comenzar, la cabaña es mucho más pequeña. "Estoy viendo la cabaña yo sé cómo caben tres ahí. Directa del peor camping en el que hayáis estado. Cuando entran aquí porque llueve y salen mareados…no me extraña. Ya veis cómo estoy. No hay espacio para nada".

Por otro lado, las vistas no tienen nada que ver con las de Playa Royal: "El paisaje es bastante desolador".

Además del tamaño y la calidad de los refugios, hay otras cualidades que diferencian a Playa Royal y Playa Fatal. En la primera, las horas de sol son más y sus aguas ofrecen más posibilidades a la hora de la pesca. La segunda es más fría y más oscura.

A medida que avanza el programa, como es habitual, han ido apareciendo diferentes líos, tramas y polémicas. No en vano, de ese se alimenta Supervivientes. Y ahora, con la aparición de bandos entre los concursantes, la temperatura también ha aumentado entre el público, que ya ha empezado a formar bandos entre partidarios y detractores del núcleo formado por Adara y Asraf, dos concursantes ya experimentados en reallities que puede que hayan marcado una estrategia. O, al menos, eso les achaca parte de la audiencia.

No cabe duda de que una de las concursantes estrella de esta edición de Supervivientes es Adara Molinero, que parece que se está adaptando muy bien a la aventura en Honduras. Ella y Asraf Beno han tenido una nueva conversación de lo más emocional en Honduras, ahora ha sido ella la que se ha emocionado al hablar de lo que echa de menos de fuera y en especial a su hijo, algo que ha hecho que incluso él termine derramando alguna lágrima al escucharla.