Usman Garuba es probablemente la mayor promesa del baloncesto español y en unos días debutará en los Juegos de Tokio. Su padre deportivo se llama David Serrano y durante los últimos días ha desempeñado la función de monitor en el Campux Monumental de Cáceres que organiza Piti Hurtado. ‘Dave’, como se le conoce en el mundillo, descubrió al joven portento en Azuqueca, un pueblo de Guadalajara donde dio sus primeros pasos como jugador. Y le conoce a la perfección, al igual que a sus dos hermanos, Sediq (16 años) y Uki (12), que también prometen muchísimo en el mundo de la canasta.

Según Serrano, su función en la selección puede ser la misma que ha desempeñado en el Real Madrid el algunos momentos, «salir desde el banquillo y aportar defensa, juego sin balón y hacer bloqueos». 

El chico, de 19 años, 2,03 de estatura y un físico espectacular, tiene enfilado su camino a la NBA, a cuyo ‘draft’ se ha presentado con muchas opciones de acabar entre los 20 primeros. «Por su perfil, quizás le vendría mejor caer en un equipo aspirante a los playoffs, ya hecho y listo para ganar», aventura. El juego dinámico y veloz de la NBA puede ayudar a que el potencial de la joven promesa acabe por explotar: «se nutre mucho del juego sin balón, del rebote ofensivo y el campo abierto y allí se dan más esas situaciones». 

Garuba, en el centro de la selección española durante la ceremonia inaugural de Tokio. @PAUGASOL

El entrenador sostiene que, aunque Garuba puede parecer bajo para la posición de ‘4’, «la carencia de altura la cubre con la reacción para el rebote y su gran envergadura». A menudo se destaca sobre él que aprende rápidamente el juego y que se pasa los días estudiando y analizando a sus oponentes. «Es capaz de saberse a la perfección los movimientos que hacen sus rivales. Es un ‘frikazo’ del basket», dice Serrano.

Él ha aportado durante esta semana su granito de arena al Campux Monumental, que se clausura este sábado: «Vine conociendo solo a Piti y me llevo de aquí muchos amigos». 

La organización destaca que la cita, que el jueves contó con la presencia del alcalde de Cáceres, Luis Salaya, y la árbitra internacional Esperanza Mendoza, ha sido un éxito entre los chavales, llegados desde diferentes partes de España para poder vivirlo.