España dijo adiós a su condición de invicto con una merecida derrota contra Francia por 36-31 y dijo adiós a la primera plaza del grupo, aunque será segunda si vence el domingo a Argentina en la última jornada.

No fue un buen día, pero no pasa nada. Los cuartos ya son un hecho y Portugal o Egipto se antojan como posibles rivales en esa antepenúltima ronda de los Juegos Olímpicos.

Ambos equipos encaraban el choque al frente del Grupo A tras contar por victorias los tres encuentros que habían disputado, por lo que estaba en juego la primera plaza a falta todavía de una jornada más.

El conjunto español afrontaba el choque con la importante ausencia de Viran Morros por un tema muscular, un importante contratiempo para lo que resta de torneo en el entramado defensivo que Jordi Ribera trató de solventar con varias combinaciones que no dieron resultado.

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De inicio, la Francia más blaugrana tomó su primera ventaja importante (5-2 en el 8') con dos tres tantos de Timothey N'Guessan y uno de Dika Mem, aunque esta vez el ataque con continuos cruces sí dio resultados y Dani Sarmiento restableció las tablas (6-6 en el 13').

La exclusión de Álex Dujshebaev acto seguido fue el principio del fin. España encajó un parcial de 2-0 que aumentaron después Nedim Remili y Luc Abalo para lograr un sonoro 10-6 en el 18'.

Sin soluciones defensivas para frenar la potente primera línea 'bleu', las diferencias giraron entre los cuatro y los seis goles para una selección francesa que se marchó a los vestuarios 18-12 tras sendos tantos de Michael Guigou de penalti y de Remili.

Es evidente que había que cambiar muchas en el descanso para evitar una derrota que parecía prácticamente asegurada tal y como marchaba el encuentro y tenor de los errores defensivos españoles y la calidad de los Mem, Remili, N'Guessan y compañía.

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España trató de activarse más en defensa y lo consiguió en la primera fase de la reanudación posibilitando alguna contra y un tanto de Adrià Figueras alimentó las opciones de remontada al situar la desventaja en la mitad en apenas siete minutos (20-17)... pero fue un espejismo pese a esa mejoría en las sensaciones.

El caso es que un nuevo parcial negativo de 3-0 que culminó a placer el azulgrana Fabregas situó en el marcador la máxima desventaja para los Hispanos (26-19) en el ecuador del segundo acto mientras Vincent Gerard superaba bajo palos a Pérez de Vargas como había hecho en la primera parte con Rodrigo Corrales. Y la defensa 5-1 tampoco estaba funcionando.

El tanto de Kentin Mahe a diez minutos del final situó un preocupante 30-22 que invitaba a pensar en una derrota demasiado abultada. Jordi Ribera paró el partido y los españoles lograron un parcial de 0-3 en un santiamén con goles de Antonio García y de los azulgranas Aleix Gómez y Ángel Fernández (30-25 en el 51').

La selección española le echó casta al final para terminar cayendo por 36-31 en un mal encuentro a nivel defensivo ante un gran conjunto. Sin duda, encajar casi 40 tantos se sinónimo de no hacer bien las cosas para un equipo que deberá ajustar mejor sus sistemas defensivos para hacer frente a la baja de Viran Morros.