Terrazas en Cáceres

Para empezar diré que para mí es un placer disfrutar de una terraza sobre todo en estas sofocantes noches del verano cacereño. Placer que todavía algunos podemos permitirnos. Pero sin duda, para una persona cuya residencia, el sitio donde se supone se debe de resguardar para descansar en muchas ocasiones después de una dura jornada de trabajo, que en muchos casos está mal pagada, se convierte en un verdadero infierno, al ser imposible descansar, ni mucho menos conciliar el sueño. Cuando no es griterío, es el murmullo colectivo, que en estas estrechas calles se potencia, cuando no son los orines en la puerta, las botellas rotas, .... La seguridad se ve mermada al compartir el tráfico, las terrazas y los peatones que difícilmente pueden pasar o acceder a sus viviendas. Sin duda, está muy bien divertirse y, por qué no, es un derecho, pero solamente una pregunta: ¿Qué derecho es más importante, el derecho de divertirse de manera puntual o el derecho a una vivienda en unas condiciones dignas (libre de ruidos insalubres y con la imposibilidad de conciliar el sueño de manera casi permanente)? Es una reflexión que dejo para que ustedes juzguen. Cacereño

Adiós a la OEx

Soy la mujer de un músico de la Orquesta de Extremadura. Mi marido ha estudiado durante 10 años, aprobó por concurso oposición una plaza en la Orquesta de Extremadura y, a día de hoy, estudia cada día para mantenerse en forma y llevar preparados sus papeles a los ensayos, tal y como es su obligación. Mi marido cobra alrededor de 1.500º y como él, el resto de compañeros que integran nuestra querida orquesta. Mis sospechas de que este gobierno quería acabar con la orquesta se hacen hoy patentes y leo entre el estupor y la indignación que puede que a la orquesta le quede menos de un mes de vida, gracias a los desmanes económicos de unos y la prepotencia de otros. ¿Dónde están los responsables? ¿Por qué tienen que pagar las consecuencias los músicos? ¿Es eso justo? Extremadura será, si llegan a cerrar la OEx, la única comunidad autónoma en España que carezca de una orquesta sinfónica. Tirarán por tierra uno de los mejores proyectos culturales y artísticos que tenemos en nuestra tierra, descabezarán la cúspide de una pirámide formada por escuelas de música, conservatorios, aficionados, abonados y amantes de la música en general y todo por una cuestión, en el fondo, de prepotencia porque estoy segura de que si la gerencia hubiera encaminado sus esfuerzos a estudiar los proyectos de viabilidad presentados, otro gallo nos cantaría. Solo le digo una cosa señora Rodicio, señora Nogales y señor Monago, con el pan de mis hijos no se atrevan a jugar. Vietnamite