TSte abrió la veda. En los últimos diez días, los medios afines y los correligionarios se despachan a gusto contra Rajoy . La rebelión la encabeza ni más ni menos que quien le señaló con su dedo sucesorio: Aznar . Pero su movimiento no ha sido el decisivo. A Rajoy le han dejado finalmente caer quienes mandan de verdad, el Ibex 35 y muy especialmente ese núcleo duro de las empresas cotizadas que se organiza entorno al Consejo de la Competitividad que se ha convertido en el verdadero administrador por delegación de la marca España. ¿Por qué ahora?

Muchos de los males que aducen para mal meter contra Rajoy son la esencia del personaje: la lentitud que desemboca en la inoperancia, la falta de conexión con los ciudadanos, la incapacidad de tejer alianzas en Europa como las que tuvieron en su día Felipe González o Aznar. Todo eso ya lo sabían cuando le apoyaron en la presidencia del Gobierno. Rajoy ha caído en desgracia porque Iglesias ya no es un peligro y Rivera ha pasado con nota los exámenes para ser alternativa. De manera que en las moquetas de Madrid y de Barcelona ya sueñan con un gobierno a la andaluza con Garicano , Sevilla y Lucena en el puente de mando económico. Ahí es donde le duele a Montoro . Y donde Chacón anda despistada.

Lucía Méndez advertía el domingo en El Mundo de la posibilidad de una maniobra desesperada para sustituir a Rajoy como candidato del PP para el 20-D. El bailoteo de Sáenz de Santamaría pudiera estar relacionado con un sondeo para testar las alternativas al actual presidente del Gobierno. La historia electoral demuestra que este tipo de movimientos espasmódicos tienden a acentuar los problemas que presuntamente pretenden solucionar. Podría pasar, pues, que Rajoy salvase de nuevo el pescuezo con ese culo di ferro que tantas batallas internas le ha hecho ganar.

Si alguien en Génova quiere verdaderamente salir del atolladero debería empezar a conjugar el verbo refundar. No les pasa factura la crisis sino los sobres y la manera de hacer política que conllevan.