Extremadura es la región con más paro de España y la distancia que nos separa del resto del país es de 10 puntos. Así de grave, así de descorazonador. Ese y no otro es el balance de estos casi dos años que han pasado desde el retorno de Fernández Vara a la plaza del Rastro y del regreso a ese modelo fallido del socialismo del sur, que consiste en arrasar con la iniciativa de los ciudadanos para que todo dependa de la Junta.

Y, a pesar de ese balance demoledor, el señor presidente, autoproclamado «responsable de todo y de esto también», eligió romper su propia tradición y no ser él quien diera la cara por su gobierno en el debate monográfico de empleo, impulsado por el PP y apoyado por el resto de la oposición.

Es la primera vez que se da esta circunstancia y probablemente tiene mucho que ver con el gusto que Fernández Vara le ha cogido a eso de esconderse, ya sea en un maletero, ya sea detrás de su consejera de Empleo, a la que en todo caso le reconozco su valor, porque se ha dejado usar de escudo para que él no tenga que enfrentarse a la cruda realidad de un mercado laboral en coma profundo.

No sé muy bien si ese gesto de cobardía estaba motivado por la vergüenza que debió sentir el presidente de la Junta cuando comprobó que el Grupo Socialista trajo a este debate tan importante solo seis propuestas y todas y cada una de ellas iban de pedirle a Rajoy, mientras que el Grupo Popular presentó más de 150 medidas, todas y cada una de ellas, dentro de las competencias regionales.

Los extremeños esperaban que el señor Fernández Vara, a quien tenemos la suerte de ver mucho por la tele, sería quien lidiara ese toro, como buen oliventino. Pensaba que sería él quien nos contase cuál es su plan para esquivar de una vez por todas las cornadas de las estadísticas. Sobre todo, porque hoy somos campeones del paro, tenemos 960 empresas menos que hace un mes, tenemos 306 sociedades menos que hace un año, tenemos 1.811 autónomos menos desde que él nos gobierna. Supongo que habrá que estar atentos a Facebook, a ver si nos dice algo.