El buen tiempo del que estamos disfrutando estos días nos está permitiendo poder mostrar el esplendor de nuestra Semana Santa a todo aquel que nos visita.

Desde la comarca de Las Hurdes hasta la de Tentudía, y desde la de Valencia de Alcántara a La Siberia, espero que nuestro sector turístico, servicios, alojamientos, hostelería o comercio estén teniendo una semana excepcional en beneficio de nuestra región.

No se vive el mismo clima en el seno del Partido Socialista de Extremadura.

Si en la tarde noche de ayer pusimos fin a la cuaresma, parte de los socialistas extremeños están experimentando su peculiar cuaresma política, que no ha hecho más que empezar.

Ya saben, tiempo de reflexión, de penitencia. Tiempo para recuperar el ritmo y estilo de verdadera izquierda.

Se avecinan congresos. Las etiquetas pesan en una parroquia donde la falta de unidad se traduce en falta de liderazgo.

El penúltimo revés sufrido por Guillermo Fernández Vara lo vimos en Cáceres, incapaz de reconducir a la senda de la responsabilidad a sus compañeros para que apoyaran una financiación necesaria con la que afrontar sentencias judiciales firmes.

La consecuencia de esa falta de liderazgo es de manual.

Endurecer el discurso, resaltar las diferencias por encima de los puntos de unión y contentar a los hooligans que revuelven el gallinero.

El resultado lo comprobamos en el debate sobre la economía verde, apoyando las propuestas de Podemos encaminadas a paralizar los nuevos regadíos en Tierra de Barros, cerrar la central nuclear de Almaraz sin un plan alternativo para la comarca o desmantelar un proyecto propio como Valdecañas.

Si además se hace con un discurso tosco, rozando lo grosero, tenemos al Guillermo Fernández Vara candidato a la secretaría general del PSOE de Extremadura.

Es el proceso de podemización de quien a través de los usos, actitudes y lenguajes pretende demostrar a los suyos estar en la izquierda de la izquierda, olvidando a los extremeños que prefieren el acuerdo PSOE-Partido Popular para desbloquear una región abocada a los extremismos de la mano de Podemos.

La ansiada búsqueda de la bendición de los likes en Facebook se impone a la de las soluciones a nuestros problemas del día a día. A Dios rogando y con el mazo dando.

* Diseñadora gráfica y

diputada del PP