Las vidas de los poetas están en muchas ocasiones marcadas por su muerte. Pocos casos hay tan claros como el de Antonio Machado, cuyos 80 años de su fallecimiento en el exilio en Colliure (Francia), se conmemoraban la semana pasada. Ya solo la efeméride merece una relectura de su obra poética, en la que el tiempo fue uno de sus principales motivos retóricos.

Pero me gustaría recordar que Antonio Machado hizo su ‘último viaje’ en calidad de refugiado político y que en aquellos ‘días azules’ estaba acompañado por su madre, que lo vio morir. Existen pocos dolores como el de un progenitor por un hijo perdido. Porque Machado no estaba en Francia haciendo turismo, sino que huía del avance del ejército rebelde franquista, tras pasar la frontera en condiciones infrahumanas junto a miles de personas. ¿Alguien en nuestro país ha recordado esa diáspora asesina sin uso partidista? ¿Se ha dicho en algún sitio que Machado murió de agotamiento, hambre y pena en un hotel de Colliure? Desgraciadamente Machado es un poeta al que citan mucho pero al que pocos han leído más allá de las adaptaciones musicales que hizo Joan Manuel Serrat de su poemario.

El poeta de la infancia en Sevilla fue depurado incluso después de su muerte. Se han rescatado expedientes administrativos en los que en 1941, cinco años después de perder la vida, se «resolvía la separación definitiva del servicio» como catedrático de francés. Machado ha estado en boca de todos los políticos. La cosa empezó con Alfonso Guerra en sus discursos de la transición. Ahora con la irrupción de la extrema derecha en Andalucía, la cosa tiene tintes de guasa. Porque Vox pide la eliminación de la Ley de Memoria Histórica, mientras que el actual presidente (su socio) cita a Antonio Machado en su discurso de investidura. No sé qué diría el profesor o su heterónimo Juan de Mairena de esto, pero lo cierto es que a todos se les llena la boca citando a Machado y muy pocos han comprendido su vida y su muerte en su totalidad. Refrán: Estos días azules y este sol de la infancia… (Últimos versos de Antonio Machado en Colliure).