Hay un proverbio que dice «muévete y el camino aparecerá». Los hombres han trazado caminos y han roturado sendas desde el inicio de los tiempos. La Humanidad ha estado en una migración continua, con ella hemos conocido, hemos confrontado, hemos aprendido, nos hemos encontrado y nos hemos intercambiado.

En esta tierra extremeña, que lleva impresa en el Estatuto de Autonomía su identidad europea, su vocación iberoamericana y su carácter transfronterizo, es fácil entender que el ponerse en camino buscando el encuentro es una parte consustancial al ser humano.

Vecindades que nos han forjado, lejanías que nos han atraído, caminos que hemos transitado y vías que hemos recorrido para encontrarnos, Extremadura es una tierra rica en contrastes por la que han pasado multitud de civilizaciones que nos han ido dejando su huella y nos han conformado tal y como somos. Fenicios, vetones, tartesos, romanos, visigodos o árabes nos regalaron su cultura, su lengua, su arte y sus cultivos, herencia identitaria que hoy en día es nuestro presente y nuestro futuro.

Hace poco, una investigación científica, publicada en la prestigiosa revista Science, databa que una mano pintada en negativo en la cueva cacereña de Maltravieso fue realizada al menos hace 66.700 años, convirtiéndola en la pintura más antigua del mundo. Por lo tanto, podemos afirmar que el arte ha estado vinculado desde sus orígenes a Extremadura y desde entonces llevamos en los genes la cultura, que nos define y que nos une y representa como sociedad.

Somos una tierra afortunada paisajística y patrimonialmente. Atesoramos paisajes inolvidables y un rico y vasto patrimonio arqueológico e histórico-artístico. De hecho contamos con tres ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad, Cáceres, Mérida y Guadalupe; y dos Reservas de la Biosfera, el Parque Natural de Monfragüe y el Parque Natural del Tajo-Tejo Internacional, que compartimos con Portugal. A lo que hay que añadir nuestra contribución a otro arte declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el flamenco. Con esta tarjeta de presentación, Extremadura asume y presume de cultura.

INnumerables años después, esa herencia nos sigue alimentando e incardinando en una tradición humanista basada en valores y principios como la libertad, la paz, la democracia y la solidaridad.

Cada 9 de mayo, Europa torna sus ojos hacia Yuste. Nos reunimos en este rincón privilegiado del norte de Extremadura para celebrar los logros obtenidos y conmemorar las efemérides que han ido tejiendo nuestra casa europea.

Hoy es el Día de Europa y, como cada año, se celebra el acto de entrega del Premio Europeo Carlos V con el que la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste quiere reconocer a personas, organizaciones, proyectos e iniciativas que han contribuido al engrandecimiento de los valores culturales e históricos de Europa y al proceso de integración de la Unión Europea. Esta ceremonia se convierte además en una magnífica ventana desde donde Extremadura se asoma a Europa y esta, a su vez, nos contempla.

En esta edición, el Premio Europeo Carlos V ha sido concedido a los Itinerarios Culturales del Consejo de Europa por fomentar y hacer posibles los valores europeos de la diversidad cultural, el respeto por las respectivas identidades, el diálogo intercultural y el intercambio y el conocimiento de los países y de la Historia.

Los 38 Itinerarios Culturales certificados con este sello de excelencia por el Consejo de Europa conforman una cartografía cultural, humana y experiencial que nos acerca al territorio y a las gentes, mostrándonos una gama amplia de temas, desde la arquitectura al patrimonio cultural y el paisaje, pasando por la religión, la gastronomía, el patrimonio inmaterial y las figuras principales de la historia, la literatura y la música europeas.

Todos ellos son instrumentos claves para un turismo responsable y un desarrollo sostenible, convirtiéndose, sin duda, en una magnífica herramienta para poner en valor al mundo rural, dotándolo de posibilidades para hacer frente a los retos a los que se enfrenta: el demográfico, la despoblación y el envejecimiento. Vivimos en un mundo globalizado y los problemas y los retos son transversales, de ahí que estas rutas que unen multitud de pueblos, ciudades y países sean una oportunidad magnífica para enlazar sinergias y encontrar soluciones comunes.

Extremadura, rica en historia y cultura, participa en distintos itinerarios como el del arte rupestre prehistórico, el de la cultura megalítica, las de legados de otras culturas como la judía o la andalusí, la herencia y los lugares del Emperador Carlos V; somos tierra por la que peregrinan los que hacen el Camino de Santiago. Sepamos aprovechar estas redes, estos caminos trazados a lo largo del tiempo, que nos demuestran que compartimos una cultura y una historia común.

Los Itinerarios Culturales del Consejo de Europa son una invitación a viajar, a ponerse en camino. No dejemos pasar esta oportunidad para conocer y para que nos conozcan.

Feliz viaje, feliz encuentro, feliz Día de Europa.

* Presidente de la Junta de Extremadura y presidente del Patronato de la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste.