CUESTIÓN POLÍTICA

Exhumar a Franco: freno a la democracia

José M. Fernández-Arroyo // Asesor laboral

El Tribunal Supremo ha paralizado la exhumación de los restos de Franco como medida cautelar hasta la resolución de los recursos presentados por la familia del dictador y otras organizaciones afines. Un frenazo a la democracia en toda regla. Una decisión que retuerce la ley de memoria histórica, impidiendo una medida que aprobó el actual Gobierno cumpliendo con el mandato refrendado en su día en el Congreso de los Diputados. En dicho auto, además, se señala que Franco fue jefe del Estado desde el 1 de octubre de 1936 -en los inicios de la guerra civil-, cuando en realidad el máximo dirigente legítimo de la nación era Manuel Azaña.

Recomiendo que los nostálgicos del franquismo loen la figura de su caudillo en la intimidad, para que el resto de los mortales con sentido democrático pasemos página a esa oscura etapa de nuestra historia, en especial las familias de los miles de represaliados de la dictadura. Debe hacerse cumplir la ley, y la justicia debe ser la garante de que así sea. Por ello, el Tribunal Supremo debe resolver las cuestiones planteadas contra la medida de la exhumación, priorizando el interés general en el marco de un Estado democrático y dando cumplimiento al mandato popular.

LOS PACTOS

Juegan con nuestros votos

Enrique Stuyck // Abogado

A nadie le extrañan ya los interesados pactos de gobierno con fuerzas políticas de diferentes ideologías, pero se están llevando las cosas a tal extremo que es prácticamente imposible vaticinar cuál va a ser el destino final de nuestro voto.

Hay precedentes muy llamativos como consecuencia de pasados resultados electorales, pero la guinda de las recientes elecciones municipales y autonómicas la ha puesto Ciudadanos con unas declaraciones, tanto de su nueva portavoz parlamentaria, Inés Arrimadas, como de su jefe de filas, Albert Rivera, que hablan con absoluta naturalidad de un «comité nacional de negociación de gobiernos» o de un «comité de alianzas».

En definitiva, lo que resulta más que evidente es que todos los líderes políticos, sin excepción alguna, están dispuestos a llegar a acuerdos de cualquier naturaleza con el fin de gobernar o de participar en el Gobierno. O lo que es lo mismo, conseguir el poder o alguna cuota del mismo a cualquier precio.

Juegan con nuestros votos y no les tiembla el pulso a la hora de ratificar cualquier tipo de acuerdo para lograrlo. Es así de decepcionante, pero esto es lo que hay.