Ante la ola de calor que llega hay que ser más cuidadosos que nunca con los efectos del sol en nuestra salud, desde la hidratación, a las comidas y la actividad física. El calor en verano es normal y todo el mundo lo espera, pero muchas veces se nos pasa por alto lo oportuno que resulta tomar una serie de medidas para evitar sustos. Normas que vale la pena recordar a fin de combatir los efectos de una ola de calor, como la que los entendidos anuncian. La degeneración de la capa de ozono y los diferentes indicadores de cambio climático son hechos probados que han afectado de manera grave al medioambiente y, de paso, conllevan que las consecuencias de estas subidas del termómetro sean más dañinas para nuestra salud. El fin de semana llega una ola de calor extremo generalizada en toda España y hay que estar preparados. Por suerte, también se ha avanzado en el conocimiento a la hora de combatir esos efectos. El calor no afecta a todas las personas por igual. Los grupos más vulnerables son los menores de 4 años, los más mayores, las embarazadas, los enfermos crónicos fuertemente medicados, los discapacitados y los que padecen sobrepeso. Pero la subida tan pronunciada de las temperaturas también obliga a tomar precauciones en campos y monte porque el riesgo de padecer incendios forestales aumenta en estos periodos de forma considerable. Y, como en otros órdenes de la vida, más vale prevenir que curar.