SOCIEDAD

Psicópatas integrados

Juan Ramón Navarro Brun / Ansó (Huesca)

No seré yo quien diga, vaya que ya me libraré «como de mearme en la cama» de afirmar, que las personas que ocupan la élite de nuestros partidos políticos pertenezcan con seguridad a ese 1% estimado de la población total que se clasifica como de «Psicópatas Integrados»; es decir, personas que nacieron ya sin los mecanismos de culpa o de dolor por hacer daño a otros, y que, sin ese freno natural de la empatía, manipulan, engañan y expolian a placer, arrasando puede afirmarse estrictamente que sin ninguna piedad.

Claro que también están los otros, los psicópatas «no integrados», esos que asesinan o violan en serie (por ejemplo), y que resultan de sobra conocidos por el cine y los medios; pero hay muchos más que mantienen los comportamientos sociales aunque, sin llegar a salirse de ellos y perfectamente emboscados en ellos podríamos decir, hacen enormes daños, a veces a mucha gente o a muchísima, otras, a víctimas seleccionadas de su propio entorno.

No se trata de emitir juicios éticos, con toda probabilidad se trata de condiciones de nacimiento, aunque luego en su niñez pudieran recibir traumas que hayan reforzado tales comportamientos, pero sí de no extrañarnos cuando observamos la dura realidad que a veces nos rodea.

Esas inmensas corrupciones masivas por ejemplo, o esos daños tremendos son un caso; algunas destrucciones familiares por ejemplo, son otro.

La información sobre la existencia misma de los psicópatas integrados nos interesa, en todo caso, a todos nosotros

ARTE URBANO

Grafiteros

Luis Solanas Cebolla / Zaragoza

Hay un tipo de arte urbano, los grafitis, que hace colisionar la libertad de expresión con el legítimo derecho por parte de la ciudadanía a tener una ciudad limpia y agradable.

No me gusta que estos jóvenes se apropien de cualquier espacio y con nocturnidad y alevosía plasmen sus dibujos y caracteres sabiendo que están cometiendo un delito o falta en una propiedad que no les pertenece.

Me parece perfecto cuando hay un encargo o aprobación en un solar o edificio por parte del propietario, es muy libre de hacerlo. Pero eso de ir por las bravas a pintar paredes, trenes, autobuses o cualquier cosa que les sirva de lienzo para expresar lo que llevan dentro, no es admisible bajo ningún concepto.

No se puede invocar la libertad de expresión cuando el lugar donde la plasmas o difundes no es tuyo, hay normativas muy claras de los ayuntamientos y por encima de todo hay que respetar la propiedad privada y pública.

Y por cierto si son condenados de nada sirve ponerles una multa que no van a pagar porque se declaran insolventes. En el caso de los menores deberían de pagar sus padres y si son mayores de edad, por lo tanto responsables penalmente, su condena debería ser limpiar precisamente lo que han pintado indebidamente. Digo yo.