El último informe publicado por la Federación Extremeña de Caza (y pagado, por cierto, por todos nosotros) indica que el número de licencias expedidas en Extremadura vuelve a descender (2.614 menos que el año pasado). Parece que la gente ya no se divierte como antes acosando y tiroteando animales. En el propio informe se reconoce, además, que las sociedades de cazadores están envejecidas y -¡oh, sorpresa!- ‘masculinizadas’ (un 99,2% de sus socios son varones). Visto lo visto, en la asociación se plantean como un reto asegurar el relevo generacional e incorporar a las mujeres a la cosa de la caza.

Lo del «relevo generacional» significa que se va a continuar con las campañas de promoción en los colegios (como parte del programa PROADES de la Dirección General de Deporte), algo que ya generó polémica en el pasado, pero que ahí sigue. ¿Cómo es eso de promocionar, por cierto, el deporte de la caza entre los niños? ¿Les cuentan lo divertido y sano que es salir al monte a disparar a los animales (los mismos que conocen de los dibujos animados o los libros del cole)? ¡Espero, al menos, que la visita no incluya prácticas de ningún tipo!

El segundo objetivo al que apunta el informe es el de fomentar la caza entre las mujeres. Supongo, por ello, que las campañas infantiles se dirigirán especialmente a las niñas. No sé si lo que voy a decir es políticamente muy correcto, pero me cuesta trabajo imaginar que a las chicas -por regla general más empáticas y menos agresivas que los chicos- les vaya a molar mucho esto -tan testosterónico- de acechar y pegar tiros a ciervos o jabalíes (o, si tienes más pasta, a jirafas o elefantes).

Es curioso pero cada vez que se dice que el deporte de la caza consiste en acosar y tirotear animales por puro placer, salen los miembros de FEDEXCAZA afirmando que tal cosa es demagogia. ¿Por qué? ¿No es eso fundamentalmente la caza? «¡Es que también es otras cosas!» --se me replica-- . Bien -digo yo- puede ser también otras cosas, pero sobre todo es eso: ¡cazar! ¡Parece que los cazadores se avergonzaran de llamar a las cosas por su nombre!

En cuanto a esas otras cosas que implica la caza son, por lo demás, bastante discutibles. «Los cazadores cuidan el medio ambiente» -se me dic - . Sí, claro -digo yo- , como debemos cuidarlo todos. Pero eso no quiere decir que los cazadores sean Agentes de Medio Ambiente ni que los necesitemos para proteger el monte.

«La caza proporciona un gran volumen de ingresos económicos y empleos, sobre todo en zonas rurales» -se me replica entonces-. Si, claro -digo yo- , pero la caza no es la única actividad que puede proporcionar esos recursos y empleos (por cierto: me parecen unas cifras bastante exageradas las suyas, no se si porque son extraídas de estudios realizados por fundaciones de... cazadores). Además: si el argumento más importante es el del dinero y el empleo, ¿por qué no legalizar y promover, no sé, el tráfico de drogas o la prostitución, que reportan aún más dinero y «empleos»?

«Si no hubiera cazadores -dicen también- habría superpoblación de especies». Casualmente -digo yo- de las especies que sirven como presa a los cazadores. Porque el problema de la superpoblación lo generan en gran medida ellos mismos, introduciendo determinados animales en los cotos y/o eliminando a sus depredadores naturales.

«La caza es una actividad tradicional que evita la despoblación rural» -es el último argumento-. Si, claro -digo yo, pero también son una «tradición» la economía sumergida, el machismo o las novatadas, y a nadie se le ocurre por eso convertirlas en patrimonio cultural. Además, que la caza evita la despoblación es, sencillamente, falso: ahora mismo se caza, y fíjense cómo están los pueblos.

Lo único que me ha gustado de las novedades presentadas por FEDEXCAZA es la del auge del Field Target, una modalidad de tiro al blanco que simula la actividad cinegética. ¡Me parece una alternativa estupenda! Infinitamente mejor, al menos, que la de incitar a las niñas a «buscar o perseguir aves, fieras y otras muchas clases de animales para cobrarlos o matarlos», que eso dicen los del Diccionario de la Real Academia que es la caza. ¡Serán demagogos!

* Profesor de Filosofía