En uno de los últimos programas Real Time with Bill Maher asistía la periodista Megyn Kelly. En su entrevista reflexionó sobre la actualidad política y social en EE.UU. que podría ser fácilmente extrapolable a la propia actualidad en nuestro país, en nuestra sociedad; ella lamentaba la polarización a la que estaban siendo sometidos, todas y todos. Ella más cercana al conservadurismo no comprendía las posiciones tan extremas y casi delirantes que se habían alcanzado con Trump y que veía en canales de televisión en los que había trabajado anteriormente; a la vez, no podía comprender cómo en el colegio de sus hijos estaba sucediendo lo mismo, en esta ocasión, con posiciones más progresistas. La polarización estaba copando todos los aspectos más íntimos pero como consecuencia de los más amplios socialmente extendidos. La radicalización es continua, estos días se narraba en los informativos la prohibición de un acto de una ministra en un colegio, la grandeza o simplicidad elevada a un: socialismo o libertad. Civilización o barbarie que nos evocaría a Martín Fierrode José Hernández.

Extremos bárbaros para sobrevolar y sustentarse en un siempre un todos son iguales, paradójicamente, quienes parecen utilizar dicha expresión con más asiduidad, conocen con exactitud la diferencia de las políticas aplicadas por diferentes sensibilidades, aún más si cabe, cuando se aplican desde la honestidad del bien común, de la generosidad y el diálogo como base.

Ayer el ministro Luis Planas anunciaba que en el Diario Oficial de la Unión Europea se publicaba la suspensión temporal de los aranceles de EE.UU que pesaban sobre los productos agroalimentarios españoles. Una buena noticia que beneficia directamente a nuestro país, a nuestros agricultores y agricultoras, demostrándose una vez más que no da igual quien gobierne.

Defender los productos de las DO, IGP o los artesanales son ejemplo de producciones de calidad, son una seña de identidad de nuestra región, fruto de un trabajo esmerado, delicado y profesional de nuestros agricultores y agricultoras, ganaderos y ganaderas que debemos proteger, por eso, el Grupo Parlamentario presentó en el pleno celebrado en el día de ayer una iniciativa para reivindicar su correcto etiquetado.

Ayer en ese mismo pleno se presentó el Pacto por la Ciencia y la Tecnología en Extremadura. un ejemplo de cómo este gobierno, en esta región, afronta esta crisis económica generada por la pandemia; frente a los recortes y ajustes que sufrió la ciencia y la investigación en la última gran crisis, ahora, la Junta de Extremadura aumenta su presupuesto en un 9% para la ciencia y la innovación.

La estabilidad, el diálogo, la empatía, el esfuerzo, la eficacia y la mirada puesta en el futuro es lo que pudimos ver ayer en la Asamblea de Extremadura de manos de su gobierno, y lo hace de la mejor manera, apostando por su riqueza, y por tanto, por su talento.

*Filóloga y diputada regional del PSOE