¿Qué tiene en común la zona centro de Rumanía con Extremadura? Que ambas están catalogadas por la Unión Europea como regiones menos desarrolladas porque nuestro PIB per cápita es menor al 75% de la media europea. Esta es nuestra situación real, y por ello los fondos europeos contemplan esa circunstancia y benefician en el reparto a estas regiones menos desarrolladas.

Pero esto al gobierno le da igual, porque no hay duda sobre la irrelevancia que tiene nuestra tierra -y Vara- para Sánchez. Lo ha demostrado muchas veces, la última en el reparto de los fondos Covid para la recuperación y resiliencia, decidiendo la distribución del dinero con el único criterio de mantenerse en el sillón. De esa forma, habrá quién recuperará la economía a mejor ritmo que nosotros.

Monago ha puesto un ejemplo muy claro. A una empresa con capital mayoritario venezolano, con un único avión y trescientos trabajadores, se le ha concedido una ayuda de 53 millones de euros. Mientras a Extremadura, con un millón de habitantes y en situación de menor desarrollo que el resto de España y de Europa, nos dan 100 millones de euros. El agravio es evidente, pero no ha sido el primero ni el último; algunas comunidades autónomas con menor población, recibirán diez veces más fondos Covid que la nuestra.

Hemos perdido en este reparto frente a otros territorios, y también perdimos en el anterior, y eso que estamos en un escenario económico gravísimo: han desaparecido736 empresas extremeñas en solo un año. A pesar de este dato y de las consecuencias negativas de enormes dimensiones que tiene para nuestra región, los autónomos y pymes extremeñas tendrán que hacer frente al pago de facturas, a costes fijos y a deudas financieras con unos fondos mermados, cosa que no ocurrirá en otras regiones.

Los criterios de reparto de los fondos para recuperarnos de esta situación provocada por la pandemia deberían tener en cuenta a la gente y a las circunstancias de cada comunidad; porque en el caso de Extremadura estamos en una situación de precariedad estructural, no solo de fatiga coyuntural. Debería tener en cuenta la población, la dispersión y los problemas que ello genera; dar peso al envejecimiento y a las limitaciones que tenemos, y no repartir los fondos bajo unas condiciones que siempre benefician a otros y con las que perdemos siempre.

Mientras, aquí, volvemos a dedicarnos a anuncios y presentaciones, a las que la Junta nos tiene muy acostumbrados y que no se transforman nunca, desgraciadamente, en una realidad. La última, la fábrica de celdas de baterías de litio. ¿Será este proyecto igual que la Azucarera de Mérida y el Elysium City de Castilblanco?

*Ingeniero Técnico Agrícola y diputada regional del PP