Pablo Echenique ha preguntado por «los maltratadores de mujeres» y por «los abusadores sexuales». ¿A quiénes votan?

Como la respuesta es la que solo podía ser (votan a partidos de derecha), merece la pena analizar la pregunta, de elaboración tan sofisticada que incluye la respuesta, o, más exacto, la pregunta es la respuesta. Así, Echenique declara que hay «obsesión y violencia de las derechas con las mujeres» (con las mujeres de Unidas Podemos: de las demás no dice nada), obsesión y violencia que atribuye, por un lado, al «machismo rancio» (debe de haber un machismo fresco, más moderno, menos atocinado) y, por otro, a «una estrategia electoral» (novedad: la obsesión y la violencia como estrategia electoral), para preguntar finalmente: «¿O a qué partidos pensáis que votan los maltratadores de mujeres, los abusadores sexuales...?». Es decir, a la pregunta que hace, Echenique no responde «Votan a partidos de derecha», aunque eso es lo que responde en realidad cuando hace la pregunta, con solo hacerla. Como se ve, un refinamiento que contrasta con la acusación recta de Pablo Iglesias («En Madrid, la derecha acosa a los gays») y el alarmismo irresponsable de Irene Montero («Madrid no es una Comunidad segura para mujeres»), por más que Iglesias y Montero, con sus acusaciones, hayan sido el ejemplo y la inspiración de Echenique para la suya.

Nota bene: cuando Echenique pregunta a qué partidos votan, pregunta por «los maltratadores de mujeres», no por los que maltratan a mujeres. O sea, son una clase, una especie, nada que ver con los que maltratan a mujeres sin ton ni son, por costumbre, porque así los educaron o porque el cableado les falla. Y lo mismo con «los abusadores sexuales»: existe la variedad de los abusadores sexuales, ejemplares que se diferencian de los que abusan sexualmente a diestro y siniestro, cada vez que hay ocasión, por capricho o por alguna tara grave. Echenique, que es político de su tiempo (este tiempo que quiere hacer del hombre un ser miserable, arrepentido de serlo y dispuesto a la humillación), ha clasificado, dentro de la especie hombre, dos subespecies perfectamente definidas y vinculadas a la derecha.

Por lo demás, se comprenden los agravios, por más que se dé por bueno eso de que en campaña electoral todo debe estar permitido, de la mentira al insulto. La afirmación de que los abusadores sexuales y los maltratadores de mujeres votan a partidos de derecha ofende a los votantes de derecha, por supuesto, acusados de ser abusadores o maltratadores, o las dos cosas. También a quienes no comprenden si Echenique quiere decir que los de derecha son abusadores y/o maltratadores o que los abusadores y/o los maltratadores son de derecha. Y, por descontado, a los políticos de derecha, pues afirmar que los maltratadores y los abusadores votan a la derecha equivale a decir que eligen a sus representantes, que están en la derecha. Ofensas por todos lados, en fin, incluso si lo que Echenique pretende es defender que solo la izquierda persigue a los maltratadores y/o abusadores, pues es tanto como acusar a la derecha de que los protege, por no hacerlo.

Por no hablar de los propios maltratadores y abusadores, claro, ofendidos de que Echenique les acuse de votar a la derecha.

*Funcionario