A cántaros. Llovía a cantaros en la noche cerrada de Mérida. Nadie en las calles. Ni pandemia, ni toque de queda, pero la Plaza de España parecía desolada. Me esperaba en el salón principal del Meliá. Se llamaba Joseba Barrenechea y era el presidente del Amorebieta. Me pareció un tipo en quien confiar. No recuerdo quien nos puso en contacto, pero recuerdo la lluvia a cántaros masacrando la carretera al volver a Badajoz, ya de madrugada. Y sí, íbamos a tener un álbum de cromos, un álbum como aquellos de cuando éramos niños.

En aquellos años de Regional y Preferente, de Preferente y Regional, el Club Deportivo Badajoz 1905 se enredó en curiosas iniciativas. Lo del álbum de cromos, por ejemplo. Con los jugadores del primer equipo, por supuesto, pero también con los muchachos de la cantera y, esto era lo más curioso, con un puñado de aficionados. Foto a foto. Ilusión a ilusión.

Joseba se vino de Amorebieta a Mérida solo para contarme que se podía hacer, que ellos ya lo habían hecho y que salía lo comido por lo servido. Esto último tenía su importancia en un club que a duras penas pagaba los balones. Y Joseba lo hizo, y me pareció un gran tipo. Un vasco noble y trabajador. Y desde entonces una puntita de mi corazón es también del Amorebieta… Es curioso, según se va llenando el corazón de camisetas de colores parece como si cupieran aún más…

La Sociedad Deportiva Amorebieta es eso que suele decirse un club modesto. Como lo fuimos nosotros, que lo fuimos mucho más aún. No es una sociedad anónima, ni nada que se le parezca. El club es de sus aficionados, de su gente. De los amorebitarras. Tiene mérito, sin inversores misteriosos de por medio, haber llegado a donde han llegado. A pulmón. Con solo jugadores de la cantera vasca; de la misma tierra por la que se pelea en el campo y por la que se besa hoy el mismo escudo que se besará mañana. Jugadores que, además de haber llegado a noventa minutos del fútbol profesional, estudian y trabajan. Tiene mérito… Ellos han demostrado que lo que para muchos es imposible es, sin embargo, posible.

Ocho años después he vuelto a encontrarme con Joseba Barrenechea, el que fuera presidente del Amorebieta, el de Gráficas Amorebieta, el de aquel álbum de cromos del Badajoz… Se portó bien con nosotros, cuando nosotros no éramos nadie, cuando desde su atalaya podía despreciarnos. Le he preguntado por el álbum, por si se acordaba de aquella noche en que llovía a cántaros… Y sí, en un cajoncito de de un despacho de Amorebieta alguien ha guardado con cariño aquel álbum que, para nosotros, los poco más de dos mil aficionados que militábamos entonces en el Badajoz, tuvo su importancia. Le pedí una foto suya con el álbum, ahí la tienen.

Joseba Barrenechea. F. Valbuena

Se cierra un círculo. Luce el sol. Uno de los dos estará mañana en el fútbol profesional. Ni Joseba ni yo somos ya presidentes y, sin embargo, acariciamos el mismo sueño. Si no es la Sociedad Deportiva Amorebieta, en un rinconcito de mi corazón, por dentro, a escondidas, mientras vitoreo a mi entrañable Club Deportivo Badajoz, lloverá a cántaros como aquella noche de 2013 en la Plaza de España de Mérida.

*Fernando Valbuena es expresidente del Club Deportivo Badajoz 1905