Quería expresar mi opinión al respecto de la que parece ser decisión de las autoridades sanitarias de administrar la vacuna de Janssen al grupo de edad de 40-50 años. Entiendo que no tiene ningún sentido que se administre dicha vacuna a un grupo de edad que no debe recibirla por producir los mismos efectos perniciosos que la de AstraZeneca, pues resulta cuando menos absurdo dejar de administrar esta última y que se pida un consentimiento informado para quien quiera una segunda dosis, y sin embargo la de Janssen se administre sin objeción alguna (véanse las actuaciones por ejemplo de Dinamarca, Bélgica, etcétera. con respecto a esta vacuna).

Entiendo que todo se explica con el pretexto de que es una sola dosis, que ya están compradas y que no queda más remedio que administrarlas al siguiente grupo de edad o desecharlas, al tiempo que se publicará en todos los medios que la vacunación ha avanzado sobremanera y que todos nos podremos ir alegremente de vacaciones.

En mi caso desde luego como miembro de una asesoría laboral en la que se han tramitado múltiples ERTEs, prestaciones, etcétera relacionadas con el covid, al igual que en el caso de las cajeras/os de supermercados, camioneros/as, limpiadores/as, empleadas/os de banca, etcétera, que éramos dioses y esenciales en el primer estado de alarma, pero que pasamos a no valer nada cuando comenzó el proceso de vacunación, siendo adelantados por la derecha sobre todo por algunos funcionarios y ciertos trabajadores que no figuraban en el real decreto-ley del primer estado de alarma como esenciales (de repente para la vacuna sí lo han sido), no pienso asumir el riesgo de una vacuna no recomendada para mi edad, que provoca trombos y que para colmo sólo protege al 65%, y más cuando ha pasado ya casi año y medio desde que comenzó la pandemia y los citados colectivos llevamos trabajando sin descanso desde entonces para los demás sin haber sufrido contratiempos en muchos de los casos (toquemos madera), con lo cual trataré de aguantar y servir a la sociedad un tiempo más.

Por último, decir que no soy «negacionista» ni de lejos, y deseo vacunarme como el que más, pero no quiero seguir siendo ninguneado ni maltratado, y creo que después de los servicios prestados y recibir como premio estar a la cola del proceso de vacunación soy al menos merecedor de recibir la vacuna que se corresponde con mi grupo de edad (Pfizer o Moderna), que produce menos efectos secundarios y que se ha demostrado más efectiva.

Francisco Román Toribio

Cáceres