Ayer se celebró pleno ordinario en la Asamblea de Extremadura, una sesión donde el Grupo Parlamentario Socialista presentó una iniciativa; en ella se instaba a la Junta de Extremadura para que impulsase, a la mayor brevedad posible, las medidas indicadas sobre Memoria y Educación en la Ley 1/2019 de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura. Impulsar planes de formación del profesorado y redacción de contenidos didácticos específicos sobre Memoria Democrática que puedan ser utilizados en el aula y, por último, reconocer en el calendario de la Consejería de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura celebraciones pedagógicas relacionadas con la Memoria Histórica y Democrática.

¡En el momento en el que vivimos, en esos tiempos de esa extraña violencia de la que hablaba Martial Raysse (2015), allí donde la mentira campa a sus anchas, mirar hacia la historia y la filosofía son un ancla fiable. Hannah Arendt explicó Los orígenes del totalitarismo como una expresión de las masas desraizadas, Spinoza recomendaba “no reírse de las acciones de los hombres, no deplorarlas, simplemente comprenderlas”, añadía, “cuando nos empeñamos en juzgar sin entender solemos acabar haciendo malos análisis y equivocándonos, también, en el combate contra aquello que detestamos”. Arendt creía que el historiador era el garante de la verdad histórica, de la verdad de los hechos en conflicto entre la verdad factual y la mera opinión, entre la verdad y mentira voluntaria y falsedad deliberada. Por eso, resulta más necesario que nunca el desarrollo de la Ley de Memoria Histórica y Democrática, y por la cooperación, la mejor vacuna contra el odio. En democracia, con quienes la atentan con extremismo y mentira, nunca puede existir la equidistancia. La banalización del mal es un peligro del que debemos aprender la lección.

Lecciones que aprendemos diariamente, que se imparten de forma ordinaria, pero con el matiz más noble y sencillo de la palabra.

El miércoles en una noche preciosa, en un día ordinario, asistí en un lugar casi mágico, en el Palacio de Mayoralgo, en plena Ciudad Monumental de Cáceres, a unos galardones que promueven la cultura emprendedora en Extremadura, modelos de negocio de jóvenes pymes innovadoras con alto potencial de crecimiento, capaces de generar impacto socioeconómico en su entorno, con la finalidad de desarrollar un tejido empresarial competitivo en la región. Ellos y ellas, todos y todas, los y las finalistas, los y las ganadoras, demostraron que su talento, su esfuerzo, su día a día ordinario hacen que esta región sea y pueda ser extraordinaria. Sus caras, sus proyectos, no son una más, uno más, son Extremadura que crece.

*Filóloga y diputada del PSOE en la Asamblea.